El beneficio operativo ajustado en 2016 fue de 2.320 millones de euros, lo que supone una caída del 48 % respecto al año anterior y debido principalmente al panorama y al cierre del centro de Val da Agri (en la región sureña italiana de Basilicata)"

El flujo de caja neto de la actividad operativa fue de 7.673 millones de euros, registrando un descenso del 36,9 por ciento respecto a 2015.

El endeudamiento neto a 31 de diciembre de 2016 era de 14.780 millones, con una reducción de 2.090 millones respecto a la misma fecha del año anterior.

El Consejo de Administración también aprobó proponer a la Junta de Accionistas que se celebrará el 13 de abril la distribución de un dividendo de 0,80 euros por acción.

En el cuarto trimestre, la petrolera italiana tuvo un beneficio de 340 millones de euros, lo que supone un 103,9 % más en relación con el mismo trimestre de 2015.

El consejero delegado de la sociedad, Claudio Descalzi, explicó desde Londres, donde se presentaron los resultados, que "con este ejercicio se cierra un trienio en el que Eni ha completado un profundo proceso de cambios y que le ha consentido afrontar un contexto entre los más difíciles de la historia del petróleo y el gas, relanzando sus perspectivas de crecimiento y preservando la solidez patrimonial del grupo".

Destacó sobre todo que los "importantes resultados" que se han obtenido con la producción de 1,86 millones de barriles al día en el último trimestre.

En detalle, Eni comunicó la producción de 1,76 millones de barriles al día en 2016, en línea con los resultados del año pasado, pero teniendo en cuenta el cierre de su centro de Val D'Agri.

Según Descalzi "una serie de importantes proyectos contribuirán a el crecimiento productivo medio del 3 % en el próximo cuatrienio".