El N2 puede provenir de aire fósil entrampado, vulcanismo o transformación de nitrógeno orgánico o amoniaco o grados avanzados de carbonización. El H2S es usualmente derivado de kerogeno o petróleo de alto azufre, entre otras probables causas, puede ser formado por la reacción de los hidrocarburos con los sulfatos en los reservorios. Describiremos estas cuestiones con más detalle a continuación.