Repsol ha inaugurado esta semana su nueva sede en Houston (Texas). Este nuevo cuartel general será el emplazamiento clave a partir del cual Repsol pilotará su estrategia de crecimiento en el mercado norteamericano, impulsada el pasado mes de diciembre tras la compra del grupo canadiense Talisman Energy por un importe de 10.400 millones de euros.
En la nueva sede de Repsol trabajarán 700 empleados, una cifra sólo superada por la base central de Madrid. La petrolera ha elegido este nuevo emplazamiento en Texas, conocido como el Estado del crudo, donde operan actualmente 4.000 empresas destinadas al sector energético y se procesa la mayor parte del petróleo norteamericano.
La actividad de Repsol en EEUU y Canadá está dedicada principalmente a la exploración y producción de crudo, a lo que prevé va a destinar el 50% de los 26.500 millones de euros que invierte cada año en este negocio. Esta cifra se incrementará desde el 30% que Repsol destinaba a esta región antes de comprar Talisman.
La práctica totalidad del negocio de Repsol en EEUU y Canadá se engloba en la búsqueda y producción de crudo o gas, con la excepción de la terminal de licuefacción de Gas Natural Licuado (GNL) de Cannaport. La actividad de Upstream está concentrada en los yacimientos del Golfo de México, Alaska y Mississippian Lime. En total, dispone de más de 500 bloques y una producción neta superior a los 33.000 barriles de petróleo al día, equivalentes a un 10% del total de la compañía.
La adquisición de Talisman permitirá a Repsol introducirse también en el sector del fracking para la búsqueda de hidrocarburos no convencionales. En este sentido destaca el yacimiento de Marcellus -que abarca los Estados de Ohio, Nueva York, West Virgina y Pennsylvania- donde dispone de permisos con una superficie neta de más de 800 kilómetros cuadrados y una producción actual de gas que está muy próxima a los 82.000 barriles diarios.
El desarrollo del shale gas o shale oil se encuentra ahora mismo en un punto de tensión por la fuerte caída del precio del petróleo hasta el entorno de los 50 dólares. Varias de las empresas que operan en el país han levantado sus perforadoras y paralizado inversiones a la espera de que repunte el precio del mercado. El sector apunta, en este sentido, a que el barril tome de nuevo la senda alcista en un periodo máximo de seis meses.
El presidente de la petrolera española, Antonio Brufau, ha presentado esta semana a las autoridades canadienses las principales directrices de su proyecto y el impacto que supondrá para la economía del país norteamericano. Así, ha mantenido encuentros con los ministros de Industria y Finanzas de Canadá y el premier de la provincia de Alberta. La operación deberá ser ratificada por la junta de accionistas del grupo norteamericano el próximo 18 de febrero.
La sede de Repsol en Houston albergará también uno de los tres hub tecnológicos de la petrolera, igual que los emplazados en ciudades como Móstoles y Río de Janeiro. Un equipo de ingenieros y matemáticos trabaja desde allí en la elaboración y desarrollo de aplicaciones para facilitar el conocimiento del subsuelo a través de ondas y sin necesidad de perforación. Algunos de estos proyectos se desarrollan en colaboración con potencias tecnológicas como IBM o universidades estadounidense especializadas en el sector de los hidrocarburos.