La empresa de servicios financieros JP Morgan ha rebajado su pronóstico de crecimiento para México este año de un 3,2% a un 2,8%. Para el año que viene, se ha reducido el avance del 4% al 3,5%.
Desde el punto de vista del banco estadounidense, el mayor efecto de este recorte se sentirá en la segunda mitad de este año tras el período electoral. Además, el informe señala también que los recortes presupuestarios en Pemex y los riesgos de retrasos en los proyectos de energía, probablemente afectarán de modo negativo a la producción petrolera. En concreto, según la entidad bancaria, la caída del precio del petróleo pondrá en riesgo la inversión en algunos proyectos del sector energético.
Además, como recoge El Financiero, mientras el Gobierno de Enrique Peña Nieto asegura que el crecimiento de cara al final de la presente Administración en más del 5,3%, JP Morgan es menos optimista y apuesta por un avance del 4,6% para 2018. Desde su punto de vista, el impacto de los cambios estructurales sobre el crecimiento no será inmediato.