El premio es “significativo” dijo el presidente de la compañía President Energy, Peter Levine, al referirse sobre el potencial de hidrocarburos existentes en la cuenca de Pirity del Chaco paraguayo.

Tal es el optimismo en los trabajos ya realizados, pues el CEO de la firma ya invirtió US$ 40 millones de su propio dinero en la adquisición de las acciones de la empresa que cotiza en la bolsa de Londres. De esta forma tiene participación del 19,32% en el negocio.

Según las estimaciones, 514 millones de barriles (más de 81.000 millones de litros, pues 1 barril equivale a 159 litros) es la expectativa en la zona de exploración de President. Para saber los resultados finales esperan perforar el primer pozo petrolífero a finales de mayo de este año, dentro del plan de inversiones de US$ 17 millones.

En este sentido, un informe independiente calcula las tres perspectivas del blanco (Jacaranda, Tapir, Yacare) de unos 871 millones de barriles de petróleo, de los cuales 514 millones corresponden a President Energy, en la cuenca de Pirity.

En este sentido, el viceministro de Minas y Energía, Emilio Bougermini, explicó que la cifra correspondiente a la empresa es 59% del total del bloque y que el resto está en manos de otras empresas como Hidrocarburos Chaco, Amerisur y Petropar.

Al mismo tiempo, mencionó que una vez que realmente se concreten las proyecciones, el 14% de la productividad sobre el grupo total corresponde al país, además de que la firma concesionaria tenga que pagar sus impuestos a las arcas del Estado.

Con un paquete de tierra que cubre cerca de 35.000 kilómetros, la compañía controla casi toda la cuenca del Pirity, cerca de la cuenca de Olmedo de Argentina, donde yacen objetivos gaseosos gigantes que se cree sean bolivianos de origen.

“La única cosa que en esta etapa puedo garantizar son sorpresas”, dijo Levine, proactivo a los que apuestan a la firma británica. Todas las señales son positivas, pero hasta que nos ponemos manos a la reserva en realidad no sabemos lo que tenemos”, enfatizó.

Este éxito abrirá una nueva frontera petrolera y tiene implicancias importantes para Paraguay, que actualmente importa todo su petróleo y gas. Esta dependencia de las importaciones probablemente explica por qué Paraguay es la economía de mayor crecimiento de América del Sur, que tiene uno de los regímenes fiscales más benignos en el mundo del petróleo.