La Corte Suprema de Brasil confirmó la noche del miércoles una petición de la oposición para que se lleve a cabo una investigación en el Congreso sobre presunta corrupción en la firma estatal Petroleo Brasileiro SA, una decisión que podría complicar los planes de reelección de la presidenta Dilma Rousseff.

La investigación a la mayor empresa del país, conocida como Petrobras, examinará su controvertida compra de una refinería en Texas, en un momento en que Rousseff presidía el directorio de la petrolera.

El Congreso también examinará las denuncias de que funcionarios de Petrobras aceptaron sobornos de SBM Offshore, un proveedor holandés de buques petroleros en alta mar, y una estafa de lavado de dinero que llevó a la detención de un ex director de Petrobras.

Estos casos ya están siendo investigados por los organismos reguladores y la policía federal, pero una investigación del Congreso avivará un creciente escándalo político que rodea a la petrolera, lo que puede ayudar a los opositores de Rousseff en un año electoral.

Rousseff ya ha sido criticada por el declive financiero de Petrobras durante su mandato.

Una vez vista como la estrella en el corazón del ascenso de Brasil para convertirse en un importante exportador de crudo, Petrobras hoy es la petrolera más endeudada del mundo y perdió la mitad de su valor de mercado en los tres años de Rousseff en el poder.

Cualquier revelación de corrupción en Petrobras dañaría la reputación de Rousseff como una gerente competente con tolerancia cero para el comportamiento poco ético durante su administración, lo que socavaría sus índices de aprobación que ya están cediendo en las encuestas de opinión.

En la actualidad Rousseff sigue siendo favorita para ganar un segundo mandato en las elecciones del 5 de octubre, pero el escándalo político podría conducir a una carrera mucho más cerrada con un resultado incierto.

Los partidarios de Rousseff en el Congreso trataron de diluir la investigación solicitando un proceso más amplio que también vería la presunta corrupción en estados gobernados por sus opositores, lo que resultó en una disputa que llegó a la Corte Suprema, que confirmó la pesquisa inicial.

El principal objetivo de la investigación se centrará en las acusaciones de que Petrobras pagó en exceso por una refinería que compró cerca de Houston en el 2006, cuando Rousseff encabezaba el directorio de la firma bajo su predecesor y mentor, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.