La gobernación de Chubut tiene prácticamente acordada la renegociación de contrato de concesión con Compañía Argentina de Petróleo Sociedad Anónima (CAPSA), una firma de capitales argentinos que es la cuarta productora de crudo de la provincia. El acuerdo entre las partes podría firmarse a mediados de marzo y comprometerá a la empresa al pago de un bono de compensación –conocido en la industria como “regalía adicional”- del orden de entre 12 y 15 millones de pesos al año.
Colaboradores del gobernador Martín Buzzi valoran la negociación, realizada en el crítico contexto de baja internacional del crudo y con una de las empresas más afectadas por esa situación y aun cuando se trata de una concesión minera (que le otorga un mayor plazo de titularidad sobre los yacimientos), con las condiciones especiales que de ello se derivan a favor de la firma.
CAPSA es la cuarta productora de Chubut, con un volumen diario de 1.700 metros cúbicos (m3/d) de petróleo, logrado luego de grandes esfuerzos para extraer la gran cantidad de agua que caracteriza a este tipo de áreas maduras.
En el acuerdo, a cuyos términos generales tuvo acceso El Inversor Online, implica compromisos de inversión de 15 millones de dólares para saneamiento ambiental –con límite de desembolso hasta el año 2018-, lo cual incluye abandono de pozos, sistema de pileta seca para la perforación, estudios de impacto ambiental, revegetación de taludes, planes de lucha contra la corrosión (incluyendo proección catódica), entre otras.
Además, la compañía se compromete a realizar dos pozos exploratorios y a mantener el funcionamiento activo de un equipo de perforación y 6 de workover, actividades que deberán concentrarse en el período que vence dentro de los cuatro años de firmado el contrato.
De esta manera, Chubut avanza con la renegociación de las concesiones hidrocarburíferas que vencían en 2016/17. Antes ya había realizado lo propio con Tecpetrol, extendiendo la concesión de las áreas El Tordillo, Puesto Quiroga y La Tapera; con YPF, que explota Manantiales Behr, El Trébol y Campamento Central. Y PAE, que readecuó el contrato celebrado en 2007 a las nuevas previsiones del marco hidrocarburífero provincial, aprobado en diciembre de 2012. Las negociaciones se realizaron bajo la órbita del Ministerio de Hidrocarburos, que dirige Ezequiel Cufré.
Ese marco dispone el aporte de las compañías del denominado “Bono de Compensación para el Desarrollo Sustentable”, que ha sido calculado en un equivalente a entre 3 y 4 puntos de regalía adicional, lo que en el caso de CAPSA habría sido acordado en 4 puntos. En términos de su producción actual, esto redundaría en un mínimo de 12 millones y un máximo de 15 millones de pesos anuales (que la provincia coparticipa directamente a los municipios chubutenses que integran la cuenca, encabezados por Comodoro Rivadavia), siempre y cuando no se modifiquen las condiciones del Código de Minería por el que se rige esta compañía.
En efecto, la concesión de las áreas Diadema, Sindicato, Kilómetro 20, Solano, Reserva y Gemelos se rige por ese marco jurídico, que estipula concesiones por 99 años (a diferencia de las concesiones hidrocarburíferas, con concesiones a 15 años y prorrogables en 10); de allí que en el ámbito gubernamental se considera un logro importante haber comprometido a la empresa con obligaciones adicionales a dicha normativa.
Un capítulo especial se destina a la consolidación de proveedores regionales, por lo que en el contrato a firmar se estipularía que CAPSA continúe realizando acciones de capacitación y esquemas de contratación y otras acciones que favorezcan el denominado “desarrollo sustentable” de la cuenca.
El hecho es especialmente valorado en ámbitos oficiales por otras condiciones críticas, vinculadas tanto al contexto geológico y como al mercado internacional. En el primer caso, porque los yacimientos explotados son de alta madurez, de tipo marginal, con gran cantidad de pozos perforados y de muy baja productividad por unidad, debido al gran porcentaje de agua y escasa presión de los reservorios, lo que significa un alto requerimiento de inversiones para sostener la producción.
Sumado a lo anterior, la caída del precio internacional del crudo torna especialmente difícil el sostenimiento de actividad para esta compañía que, a diferencia de las integradas, recibe el impacto de la baja de precios de un modo más directo, ya que gran parte de su producción es exportada. De hecho el sindicato Petrolero de Chubut viene planteando la alta dificultad que implica sostener los niveles de actividad en esta compañía y otras como Tecpetrol y Enap Sipetrol, por similares incidencias del mercado.