"Hemos acordado con el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, que los dos oleoductos salgan adelante, uno desde Lokichar hasta Lamu (ambos en Kenia) y otro desde Hoima (Uganda) hasta Tanga (Tanzania)", dijo el presidente ugandés, Yoweri Museveni, al término de una conferencia sobre infraestructuras celebrada en Uganda.
Uganda cuenta con unas reservas calculadas de 1.700 millones de barriles descubiertas en la cuenca del lago Albert, cerca de la frontera con la República Democrática del Congo (RDC), en el año 2006.
De esta forma, se pone fin a meses de especulaciones y discusiones sobre por dónde pasaría el oleoducto que transportará el crudo ugandés cuando comiencen la producción, que todavía se encuentra en una fase inicial.
Según un informe técnico filtrado a la prensa la semana pasada, "la ruta Kabaale-Tanga es la única opción para garantizar las primeras exportaciones de petróleo hacia mediados de 2020, con una disponibilidad del oleoducto del 99 %".
En cambio, la ruta Kabaale-Lamu, que es la que se había valorado en un principio, "las primeras exportaciones solo podrían empezar hacia 2022 y con una disponibilidad del oleoducto del 80 %", proseguía el informe.
Kenia confía en atraer las exportaciones de Sudán del Sur, que actualmente depende de Sudán para sacar el petróleo que produce hacia los mercados internacionales, y en exportar el petróleo descubierto en el oeste del país, cuyas reservas se estiman en unos 1.000 millones de barriles.