En El Orejano, el yacimiento de shale gas más importante del país, YPF y Dow empezaron a conectar pozos que en los primeros ensayos devolvieron 350 mil metros cúbicos día, una cifra poco habitual en la zona. Fuentes de la compañía comentaron a “Río Negro Energía” que se trata de perforaciones de 2.000 metros de rama lateral.

Se trasladó al gas la experiencia que habían tenido con el famoso pozo 992 de Loma Campana, que alcanzó las 28 fracturas. La clave ahora es cómo administrar las presiones de la roca madre para evitar que el pozo se desinfle en pocos días, todo un arte en el caso de Vaca Muerta.

No sólo YPF explora las profundidades en busca del shale gas. También Total tiene proyectos en Aguada Pichana. Sin embargo, en el sector se espera que los mejores resultados en gas los encuentre en Rincón de la Ceniza, un bloque donde también participan Shell y GyP. Aquí aguardan conseguir una concesión de 35 años y avanzar en el desarrollo de gas húmedo, es decir aquel que viene líquidos de gran valor como el propano o el butano.

La verdadera revolución del shale llegó a Estados Unidos de la mano del gas. En Argentina el proceso se dio al revés: como el crudo estaba en valores extraordinarios y permitía recuperar las inversiones en plazos más cortos, la mayoría de las empresas arrancó perforando en zonas de petróleo. Y no sólo YPF: gigantes como Exxon o Shell armaron posiciones en la zona de crudo de la roca madre neuquina.

Pero la baja del barril y la puesta en marcha de planes que llevaron el millón de BTU de gas a 7,5 dólares torcieron el rumbo para varias compañías, que ahora apuestan al fluido.

Los números
28 etapas
de fractura tuvo el famoso pozo 992 de Loma Campana, el “padre” de las nuevas perforaciones de YPF.
350 m³/día
de gas llegan a producir los pozos de la firma nacional y Dow en El Orejano.
roberto aguirre