La primera parte del plan será buscar socios. Fuentes del mercado y del gobierno provincial confirmaron a “Río Negro” que la compañía estatal se encuentra negociando la extensión de la concesión en una veintena de áreas donde tiene participación en Neuquén. Se trata de bloques exploratorios, cuyos permisos vencen en el próximo año y medio y para los cuales la firma bajo control estatal aspira a conseguir inversores.
Según pudo saber este medio, se evalúa inclusive el desarrollo de un road show (un ronda de exposición) para ofrecer el paquete de activos. Sería una suerte de “Plan Houston” remozado, el modelo de convocatoria de capitales que adoptó Raúl Alfonsín y que los radicales que integran el equipo energético recuerdan con especial nostalgia.
Además de renegociar esos bloques, YPF busca despejar el camino. Es que la titularidad de casi todos corresponde a la petrolera provincial GyP. En esos casos ya se iniciaron conversaciones para conseguir algún tipo de swap de activos como el que se realizó con La Amarga Chica. Claro que, urgido por fondos, no se descarta que el Ejecutivo provincial aspire a conseguir dinero fresco por esas áreas, algunas de las cuales tienen interesantes prospectos en Vaca Muerta, aunque aún en etapa preliminar. Desde el Ejecutivo neuquino señalaron a este medio que “son áreas en UTE donde estamos en trabajo técnico entre empresas”.
Dentro del paquete hay varios yacimientos de buen potencial como Cerro Arena o Bajo del Toro. En ambos casos, también integran la UTE petroleras privadas como Pluspetrol o EOG, con las cuales también habrá que negociar el cambio de juego. Pero la petrolera que conduce Miguel Gutiérrez también inició diálogos en estos casos, y una muestra de ello son las conversaciones con Total, PAE y Wintershall para buscar una suerte de reparto del megabloque de gas Aguada Pichana.
La estrategia final es poder obtener concesiones largas sobre bloques despejados de actores considerados pasivos o que no puedan aportar el dinero necesario. Es más fácil conseguir socios en yacimientos ya concesionados que en aquellos con permiso de exploración.
Más allá de este diálogo con la provincia, la cartera de activos de YPF se compone de áreas de alto riesgo, pero también de algunas con un muy buen potencial en gas –el negocio del momento–, como es el caso de Bajada de Añelo y Bandurria. Para la primera había firmado un preacuerdo con American Energy Partner que quedó en un limbo tras la muerte de Aubrey McClendon, su dueño. En el mercado también hay dudas sobre la continuidad efectiva del acuerdo con Petronas por La Amarga Chica. Se trata de dos sociedades con la impronta de Miguel Galuccio que nunca terminaron de despegar y para las cuales también podrían buscar nuevos inversores.
Venta y renegociación
La búsqueda de socios no es la única herramienta a la que apelará YPF para poner en valor sus yacimientos. La petrolera ya inició un proceso de desprendimiento de activos con altos costos operativos. Buscan así dinero fresco para poner en sus proyectos no convencionales.
Esta estrategia arrancó con la puesta en venta de tres bloques y tres participaciones en Río Negro, que en principio no estarían generando tanto interés entre los actores del mercado convocados para la compra.
Pero no se descarta que el plan pueda continuarse con activos en Neuquén. De hecho, en la práctica, los primeros desprendimientos ya se habían iniciado en esta provincia cuando se otorgó el paquete de áreas conocido como Dorsal a GyP en parte de pago. Ese territorio, cerca de Cutral Co, es operado ahora por Oilstone.
La tercera opción para buscar dinero será la colocación de obligaciones negociables o la obtención de créditos. Pero YPF tiene poco margen para seguir endeudándose, por lo que de acudir a esta opción será para refinanciar pasivos. El CFO de la gestión Galuccio, Daniel González, sigue siendo el arquitecto financiero de la compañía.
En cualquier caso, el arribo de dólares será el gran desafío de la nueva gestión.
Los números
u$s 82
fueron los millones que Neuquén recibió para ceder su participación en La Amarga Chica y Bajada de Añelo.
6 áreas
compusieron la mitad del dinero. Son bloques en la zona conocida como Dorsal.
50 UTE
son las que tiene GyP con distintos socios dentro de la Cuenca Neuquina. La mayoría, con permisos de exploración que vencen en el 2017.
Además de la búsqueda de socios, YPF analiza poner en venta varios bloques convencionales de alto costo operativo en la Cuenca Neuquina para conseguir fondos.