Si bien los petroleros esperan los resultados de la audiencia de hoy a las 10, hasta ayer el diálogo seguía tenso entre el Sindicato de Petroleros Privados de Chubut y las empresas del sector. Por tal motivo, el plan de lucha consensuado en plenario de delegados fue ir al paro hoy desde las 17 en todos los yacimientos para dejar sin actividad a todos los yacimientos desde las 0 de mañana.
El secretario general, Jorge Ávila, informó a los delegados en el Pelotero de calle Alem las conclusiones tras la reunión en el Ministerio de Trabajo de la Nación. El detalle indica que hoy los recibirán las cámaras, en especial la CEOPE (Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales) y después YPF con el directorio en pleno.
"No pudimos llegar a ningún acuerdo; ni con la cámara ni con el Ministerio", dijo Ávila a los delegados, que lo escucharon en comunicación telefónica al término de la audiencia. "A partir de las 17 vamos a paralizar todos los yacimientos y vamos a tener una asamblea general extraordinaria el miércoles a las 8:30 afuera del sindicato (en Callao y Constituyentes)", añadió.
Las quejas del sindicato petrolero incluyen las violaciones al acuerdo de paz social por la parte empresarial, pero en especial por la baja de 14 equipos de YPF en la cuenca del Golfo San Jorge y los telegramas de suspensión en San Antonio Internacional.
El fin de semana comenzó la retención de servicios en aquellas empresas que desconocieron el aumento salarial -todas de CEOPE- y los días caídos del último paro. El paro general engloba todos esos reclamos, mientras los trabajadores mantienen el alerta y movilización en toda la industria.
DIALOGO TENSO
Carlos Gómez, el diputado provincial que colabora históricamente con el sindicato petrolero, responsabilizó a YPF por los nulos avances en esta negociación. "Tenemos la notificación de que está paralizando equipos perforadores, que es lo que más daño le está haciendo a la cuenca", dijo.
"Un perforador parado significa 250 puestos de trabajo directos e indirectos. No pasa exclusivamente por la dotación propia del equipo, sino por la actividad que genera el pozo que cuesta alrededor de tres millones de dólares", criticó Gómez en diálogo con el periodismo.
"Las pymes regionales tienen que estar encolumnadas con este reclamo porque lo que está haciendo el sindicato es defender las fuentes de trabajo y resistir la presión de cada operadora en la exigencia de abaratamiento de costos", le reclamó Gómez a los empresarios locales.
Las negociaciones entre petroleros y cámaras empresarias son tirantes desde comienzos del año. Si bien habían firmado un acuerdo de paz social, las empresas no subieron los equipos comprometidos -51 en total- y el sindicato fue al conflicto con todas las operadoras y empresas de servicios.
A la baja de equipos, las suspensiones y las amenazas de despidos masivos, se suma la presión empresarial para avanzar en una reforma del trabajo en el campo. El proceso de redimensionamiento de la industria abarca cambiar el régimen de trabajo con viento, los montajes y desmontajes en turno nocturno y la reubicación de la mano de obra ociosa.