La iniciativa puede ser uno de los primeros pasos hacia un mercado petrolero desregulado, con importes más bajos en el precio de los combustibles.
Las petroleras locales hoy perciben por su crudo un precio más alto que el que se paga en el mercado internacional por un acuerdo que mantienen con el Estado nacional, las provincias, y los gremios, de manera de mantener los niveles de actividad.
Las compañías locales cobran entre u$s55 y u$s67 por cada barril, cuando afuera ese producto cotiza a u$s45, según relevó Clarín.
Este sistema, que se llama de precios "sostén", inició en 2015 y lo continuó la administración actual. La idea del ministerio de Energía era ir acercando el valor al internacional de manera gradual. Hoy el Gobierno está negociando esta posibilidad con ejecutivos de YPF.
"Vamos hacia un mercado petrolero desregulado", expresaron esos directivos a fuentes de la industria que hablaron con el matutino. Y el tema está presente en la negociación que la petrolera mantiene con los sindicatos.
El litro de nafta "premium" se despacha a casi u$s1,30, uno de los valores más altos del continente, porque los refinadores le compran petróleo a los productores locales en un rango de u$s55 a u$s67. En el exterior el petróleo se paga u$s42 y los importes en los surtidores también son más bajos.
En el sector también se defienden con que la carga impositiva local también es más elevada (en torno al 60%), que en otros países.
En el Gobierno niegan que la política de precios "sostén" se esté abandonando. Sin embargo, en la elaboración del presupuesto del año próximo ya habría algunos indicadores de menores subsidios estatales a la producción petrolera, remarcó Clarín.
Más aún, las petroleras esperaban que el Gobierno les diera luz verde a un incremento en el precio de las naftas durante este mes. Pero esa posibilidad fue descartada por el ministro Aranguren.