Los cambios en los grandes buques petroleros, que incluyen ajustes como gateras y puntos de amarre que aseguran el atraque y las líneas para arrastre, se necesitan porque las nuevas exclusas inauguradas en junio usan botes remolcadores en lugar de locomotoras para tirar de las naves.
Antes sólo una pequeña parte de los barcos que transitaban el canal llevaban petróleo, pero la expansión captó la atención de los intermediarios que esperaban ganar un acceso más rápido y barato a los mercados internacionales con naves más grandes.
Si bien las naves ahora caben en las nuevas exclusas, muchas carecen del equipo de amarre mínimo para el canal ampliado.
Los nuevos estándares habían sido publicados antes de la apertura del nuevo canal, pero las modificaciones se exigen en un momento en que el sector está pasando por dificultades financieras, lo que suma un problema más a una apertura que ha sufrido sobrecostos e incidentes en que naves han raspado las paredes del canal, lo que suscitó preocupación por su diseño.
Hay más de 900 tanqueros Aframax en la flota mundial y unos 500 Suezmax, según expertos navieros, quienes calculan que entre la mitad y tres cuartas partes de esa cantidad necesitarán modificaciones, especialmente aquellos construidos después de 2015.
Las naves tienen que atracar en seco, o salir de servicio, para que se realicen los cambios. Y si bien las nuevas partes cuestan entre US$1.000 y US$3.000 por nave, los cargos adicionales asociados a los trabajos pueden llegar hasta US$100.000 o US$150.000, según varias fuentes.
Sandith Thandasherry, presidente de la empresa india de servicios para barcos Navgathi Marine Design and Construction, dijo que este año la empresa ya ha completado los ajustes de seis tanqueros Aframax para la nueva ruta panameña.
En un comunicado, la Autoridad del Canal de Panamá reconoció que algunos barcos necesitarán probablemente nuevas gateras y bolardos.