El presidente de Gas y Petróleo de Neuquén, Alberto Saggese, opina que hay que hacer más competitivo el sector, a la espera de que el petróleo supere el techo de 50 dólares.
Por Daniel Barneda
El 2016 ha sido un año complicado para el sector hidrocarburífero argentino. La realidad que vive la industria es acuciante. La caída del precio del crudo, que no logra superar la barrera de los u$s 50 el barril, y la falta de previsibilidad en materia de política energética en estos primeros diez meses de gobierno han contribuido a un solo objetivo: frenar la actividad exploratoria.
“Muchos de los proyectos que hoy están en fase de ejecución van a estar finalizados en 2018 o 2019, con lo cual a partir de ese momento vamos a poder ver la voluntad inversora de lo que ya está en curso y, por otro lado, estamos esperando que muchas de las empresas que manifestaron su interés de invertir en Argentina concreten sus intenciones”, explica.
Entrevistado por E&P, el empresario considera que Argentina deberá bajar la estructura de costos si lo que busca es seducir inversores. Y apunta sobre dos cuestiones que constituyen el talón de Aquiles del actual gobierno: la alta inflación y la elevada carga impositiva. “Se está tratando de resolver estas distorsiones, pero los resultados son lentos”, advierte.
En este sentido, hace hincapié en la necesidad que tiene Argentina de reemplazar la importación de alrededor de un 35% del gas que trae del exterior, por lo cual la industria observa que en ese punto existe una ventana de oportunidad. “Si uno suma la existencia de un mercado, más un precio retributivo justo, más el recurso, el negocio está completamente cerrado”, comenta.
En materia de proyectos de inversión, Saggese se muestra optimista en cuanto a los resultados obtenidos.
“En lo que se refiere a los desarrollos convencionales, GyP de Neuquén cuenta con un yacimiento, Aguada del Chañar, en el que viene trabajando junto con Enarsa para terminar definitivamente el gasoducto y la planta de tratamiento que está en curso actualmente y mantener la producción que hoy ronda los 180.000 metros cúbicos diarios de gas”, relata.
Añade además que en el caso de las 7 áreas (denominadas Dorsal) recibidas por YPF hace dos años, la empresa conforma una UTE con Oilstone y en conjunto están invirtiendo para un programa de workover y perforación de pozos con un incremento de la producción del 30%.
“En las operaciones de nuestros yacimientos, no sólo hemos evitado el declino natural por medio de operaciones e inversiones adecuadas, sino que también emprendimos ciertos planes que nos han permitido aumentar nuestro nivel de producción”, aclara.
En cuanto al desarrollo de proyectos no convencionales, GyP trabaja en cuatro proyectos piloto en Vaca Muerta, la formación estrella neuquina. Allí está asociada con la estadounidense Exxon, la alemana Wintershall, la francesa Total y la anglo-holandesa Shell. En los últimos tres años ya se han invertido casi u$s 3000 millones.
“Hoy la provincia tiene en ejecución 14 pilotos de explotación no convencional y ninguno de ellos ha sido suspendido. Las compañías han seguido adelante con los trabajos más allá de las adversas condiciones del mercado”, sostiene Saggese.