La reunión, celebrada en un aparte del XXIII Congreso Mundial de Energía, forma parte de los esfuerzos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de sumar a otros Estados a su estrategia de congelar los niveles de bombeo para elevar los precios.
El objetivo es ‘reequilibrar el mercado en el interés de todos, no sólo en el de productores y exportadores, sino en el interés de la economía mundial', aseguró tras la reunión el ministro de Energía de Catar, Mohammed Saleh Al Sada.
El titular catarí compareció junto a sus homólogos de Rusia, Alexander Novak, y Argelia, Noureddine Bouterfa, pero no concretó la lista de asistentes, si bien confirmó que México fue otro de los invitados a una reunión, que estuvo encabezada por el secretario general de la OPEP, Mohamed Sanuso Barkindo.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, uno de los invitados estrella del congreso junto al ruso, Vladímir Putin, ya había adelantado ayer que el ministro venezolano de Petróleo, Eulogio del Pino, participaría en el encuentro a favor de la reducción.
Putin anunció el lunes su respaldo a la estrategia de la OPEP. El resultado inmediato será la celebración de una reunión técnica en Viena, el 28 y 29 de este mes, donde se tomarán una serie de decisiones más prácticas. Novak confirmó que su país acudirá a ese encuentro de Viena para ‘crear una hoja de ruta y discutir procedimientos de interacción' con la OPEP.
La base de la negociación será el acuerdo concluido el mes pasado en Argel, donde la OPEP decidió limitar la producción a una horquilla de entre 32,5 y 33 millones de barriles diarios, frente a los 33,4 millones de media que extrajo el pasado mes. Ese nivel de bombeo fue de 200.000 barriles más que en agosto, en lo que muestra que el acuerdo de Argel no ha entrado aún en vigor.