"Este es un proyecto grandioso. La zona de construcción será de 1,2 kilómetros de ancho y 1,5 kilómetros de longitud", explicó el gerente general de TCO, Rzabek Artygaliyev, a la prensa durante una visita de las instalaciones.
Tengiz ya representa más de un tercio de la producción de petróleo de Kazajistán, y la ampliación, llamada Proyecto de Crecimiento Futuro (PCF) y aprobada en julio pasado, aumentará la actual producción diaria de 590.000 barriles a 850.000 barriles en 2022.
El consorcio liderado por Chevron incluye a Exxon Mobil, Lukoil y KazMunayGas.
Para sentar las bases del PCF, se han transportado más de 23.000 pilotes de cimentación desde Atyrau y Almaty, en el sur del país, mientras que su equipamiento principal se realizará en Kazajistán, Corea del Sur e Italia.
La expansión incluye la construcción de un nuevo espacio llamado "Orken," una ciudad completa dentro de las instalaciones con inmuebles residenciales, restaurantes, cines, gimnasios y piscinas, a modo de "pueblo" cerrado.
"Estamos construyendo las pasajes cerrados entre los edificios de Orken para que la gente pueda moverse cómodamente durante el invierno y en tiempo ventoso", explicó el ejecutivo de TCO, que indicó también que ese recinto alojará a 5.000 personas y su construcción se completará en dos años.
Artygaliyev señaló que el PCF generará beneficios económicos significativos para Kazajstán incluyendo la creación de unos 20.000 puestos de trabajo.
El petróleo, ahora con precios a la baja, en esencial en la economía kazaja, ya que representa para el país centroasiático cerca de la mitad de sus ingresos estatales.
Las autoridades del país esperan que la ampliación de Tengiz y el reciente relanzamiento del yacimiento de petróleo Kashagan, también en el mar Caspio, impulsen la producción petrolera a más de dos millones de barriles diarios y proporcionen una fuente de ingresos vital para el futuro crecimiento sostenible de Kazajistán.
El ministro de Energía kazajo, Kanat Bozumbáyev, consideró en julio pasado que la aprobación de esa inversión por parte del consorcio petrolero era una señal de la creciente reputación del país centroasiático como un lugar seguro para invertir en el largo plazo.