Las negociaciones podrían arrojar resultados este martes a las 18:00 cuando se reúnan referentes sindicales con el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, y los representantes de las empresas YPF, Total y Panamerican Energía.
También estará presente Omar Gutiérrez, el gobernador del Neuquén, la segunda provincia productora de hidrocarburos con el 24 por ciento a nivel nacional, por detrás del Chubut que controla el 25%.
El secretario general del sindicato de Petróleo y Gas Privado y senador nacional, Guillermo Pereyra, dijo a NA que se está por incorporar una "adenda" al convenio colectivo de trabajo para poner valores al régimen laboral no convencional.
"No estamos negociando cambiar el convenio colectivo que está vigente desde hace cuatro años. No estamos hablando de salarios por productividad. Sino de incorporar la actividad no convencional al régimen laboral", dijo.
Pereyra señaló que cuando se estableció el actual convenio colectivo de trabajo petrolero, la actividad no convencional era inicipiente y ahora resulta "necesario adecuarlo a la realidad" del mercado.
Con esa "adenda" se incorporarán las categorías laborales porque en la actualidad las empresas no pueden pagar la laboral dado que no hay parámetros por ejemplo para actividades de servicios especiales de fractura.
"Es muy distinto a la actividad convencional: un equipo puede estar aquí hoy y a los 30 días estar a los 200 kilómetros. Y con el shale están en el mismo lugar y se realizan tareas simultaneas, como si fuera una factoría", explicó Pereyra a NA.
El sindicalista dijo que junto a empresas y el Gobierno se está hablando de "poner en marcha Vaca Muerta" para poder comenzar a cubrir el déficit energético, dado que hoy se cubre el 35% de la demanda de gas natural con importaciones.
"Ese gas se compra a precios elevadísimos. Y ahora Bolivia va a recortar el suministro en 3 millones de metros cúbicos por día. Nosotros tenemos el gas, somos segunda reserva mundial, pero faltan crear las condiciones de inversión y para ello es necesario que haya precios establecidos", agregó Pereyra.
Así, los ojos de todas las partes están puestos en el fenómeno Vaca Muerta -que volvió a convertirse en la esperanza para el shale gas y oil- ante la recuperación parcial aún del precio internacional del crudo tras dos años de depresión.
Vaca Muerta ya atrajo inversiones de empresas importantes, incluso de gigantes mundiales como Chevron en asociación con YPF y Exxon Mobil, pero la crisis del global del petróleo generó una ralentización y parálisis parcial de los negocios.
Este megayacimiento es una cuenca gasífera por excelencia con una producción de media de 70 millones de metros cúbicos diarios de gas natural -y 16.500 de petróleo-, repartida entre 40 empresas con el liderazgo de YPF.
Al referirse al desarrollo de Vaca Muerta, Pereyra dijo que ahora "no están los dólares para extraer el petróleo y el gas", por lo que todas las partes deben buscar una estrategia común para "tentar a los inversores del mundo".
El sindicalista aclaró que para rubricar el nuevo acuerdo hace falta el compromiso empresarial de nuevas inversiones, para hacer frente a la caída en la actividad del sector del último tiempo y evitar despidos y suspensiones.