También se enfrenta a una proyección de mayor bombeo de crudo en Estados Unidos -un importante revés para la Organización de Países Exportadores de Petroleo-, dado el compromiso de Trump de abrir todos los suelos y aguas federales a la exploración de combustibles fósiles.
La dinámica interna de la OPEP podría cambiar ante la promesa del presidente estadounidense electo de ajustar las políticas con Irán, justo cuando las compañías petroleras apenas comienzan a regresar lentamente a la república islámica tras el levantamiento de sanciones luego del histórico acuerdo nuclear.
"Ajústense los cinturones para la economía global más turbulenta e incierta que se viene", dijo a Reuters el historiador petrolero ganador del Premio Pulitzer Daniel Yergin, vicepresidente de IHS Markit.
"El resultado de la elección estadounidense se suma a los desafíos de los exportadores de crudo, ya que posiblemente llevará a un crecimiento económico más débil en una economía mundial ya frágil. Y eso significa presión adicional sobre la demanda de petróleo", señaló Yergin.
Los precios del crudo cayeron casi 4% en la mañana del miércoles, a su menor nivel desde agosto, y recuperaron algo de terreno luego para operar casi estables cerca de los 46 dólares por barril a las 1155 GMT.
La OPEP se reunirá el 30 de noviembre en un esfuerzo por concretar un acuerdo que busca recortar la producción y bajar el exceso de oferta mundial que ha llevado a los precios del crudo a desplomarse a la mitad desde el 2014.
Fuentes de la OPEP dijeron que esperan que el petróleo siga débil en los próximos días y semanas debido a las preocupaciones acerca del devenir de la economía global y la incertidumbre sobre las futuras políticas de Trump en Oriente Medio.
"El petróleo está condenado", dijo una de las fuentes. Otra indicó que la reunión de noviembre podría carecer de la fuerza necesaria para impactar en los precios, aún cuando se logre poner en marcha el acuerdo de semanas atrás para reducir el bombeo: "No creo que los precios suban mucho más allá de los niveles actuales".
Trump ha prometido duplicar el crecimiento económico de Estados Unidos, pero también se comprometió a aplicar políticas comerciales proteccionistas que preocupan al mundo.