Se trata de torres de perforación, workover o pulling que estaban en los yacimientos sin trabajar. Se trata de unas 1.700 personas que se mantenían cobrando sueldos dentro del Plan Preventivo de Crisis.
Se darán de baja equipos de distintas empresas, entre ellas H&P, DLS, Nabors o Quintana, así como líneas de grandes firmas de servicio. "Se buscaron opciones para contener el daño social", señalaron desde la operadora a Diario Rio Negro.
Asimismo se aclaró que el futuro del personal afectado no depende de la operadora nacional sino de las contratistas. Sostener estos equipos parados le costó a la compañía alrededor de 100 millones de dólares. "No lo podemos sostener más. Necesitamos adaptarnos al contexto actual para poder avanzar", indicaron.
Más de 50 equipos quedarán en pie, entre ellos 17 de perforación, por lo que YPF aspira a realizar todo su plan de desarrollo en 2017, sumando las nuevas inversiones. Y ya comenzó a comunicar ayer sobre esta situación a sus contratistas.
Desde la petrolera señalaron que se trabajó para amortiguar el golpe de las firmas locales. "No queremos que ninguna tenga que bajar la persiana. Sostener esta situación condiciona la perspectiva para los años que vienen. Tenemos que poder ser competitivos para desarrollar el no convencional", aseguraron.
La baja del precio del crudo afectó particularmente a YPF y bajará las inversiones el año que viene. La firma da por descontado que se terminará el barril criollo, con lo que deberá enfrentar su actividad a precios de mercado.