Rex Tillerson, toda una vida dedicada al petróleo

By  Rafael Mathus Ruiz - La Nación (Argentina) Dic 15, 2016

Rex Tillerson, el hombre elegido por Donald Trump para ser el jefe de la diplomacia norteamericana, se formó en dos instituciones: ExxonMobil y los Boy Scouts.

Tillerson nació en Wichita, Texas, el principal estado petrolero del país. Al igual que su padre, Tillerson se forjó en los valores de los Boy Scouts, donde obtuvo el rango de Eagle Scout, la máxima jerarquía que otorga la organización, a la que presidió entre 2010 y 2012, y a la cual impulsó a la apertura a los homosexuales.

Tillerson sólo ha trabajado en una empresa: Exxon. Ingresó en la compañía apenas obtuvo su título de ingeniero civil en la Universidad de Texas, en 1975, y nunca se fue.

En 2006, ascendió al cargo de CEO, una responsabilidad que, para algunos, terminó de pulir sus habilidades diplomáticas. Exxon es la petrolera más grande del mundo, tiene presencia en más de 50 países -muchos de ellos, cuando menos, complejos- y más de 75.000 empleados.

Cuando asumió el control de Exxon, el Wall Street Journal lo llamó el "prototipo del petrolero de Texas". A sus 64 años, aún preserva un fuerte acento texano.

El ascenso de Tillerson en Exxon "fue atribuible en parte al trabajo que ha hecho en Rusia", según un artículo publicado en la revista The New Yorker, de Steve Coll, decano de la Escuela de Periodismo de la Universidad Columbia y autor de un libro sobre la petrolera.

El primer logro de ese trabajo lo consiguió en la década de los 90, cuando lideró las negociaciones que le dieron a la empresa acceso a reservas off shore en Shakalin, en la costa oriental de Rusia.

Su consolidación en el liderazgo de la empresa llegaría varios años después, cuando cerró un acuerdo de exploración con Rosneft para perforar el ártico.

Dos años después, recibió una condecoración del jefe del Kremlin, Vladimir Putin, la Orden de la Amistad, por la cual deberá responder preguntas de republicanos y demócratas durante sus audiencias de confirmación en el Senado.

Como CEO de Exxon, Tillerson lideró su propia diplomacia paralela a la de los Estados Unidos, cerrando acuerdos o enfrentándose a líderes, sean o no democráticos. Lideró una batalla judicial contra Hugo Chávez, luego de que el fallecido presidente de Venezuela nacionalizara activos de un puñado de petroleras.

"Trump está entregando el Departamento de Estado a un hombre que ha trabajado toda su vida dirigiendo un cuasi-Estado paralelo, en beneficio de accionistas, estableciendo relaciones con líderes extranjeros que pueden o no conformar a los intereses del gobierno de los Estados Unidos", afirmó Coll.

Su libro favorito es La rebelión del Atlas, de Ayn Rand, una crítica al control estatal. Está casado con Renda St. Clair, con la que tuvo cuatro hijos y que dirige el rancho familiar en Texas. Tillerson tenía previsto retirarse este año, con una pensión de unos 70 millones de dólares y una fortuna en acciones de Exxon de alrededor de 233 millones de dólares. Ese retiro, por ahora, deberá esperar.

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