"La situación empeora con el paso de los días ante una evidente anarquía en la representación gremial, debido a que las varias líneas internas se encuentran en permanente disputa, así como una diversidad de reclamos que en su mayoría exceden las responsabilidades de la firma", explicaron a Télam desde la empresa.
Fuentes de la misma remarcaron que "las constantes demandas impiden la prestación normal del servicio y recordaron que las condiciones laborales que adscribió la provincia de Neuquén para favorecer las inversiones en (el yacimiento no convencional de) Vaca Muerta no se aplican en Santa Cruz, lo que complica aún más la actividad".
"La falta permanente de acatamiento a las conciliaciones obligatorias deja a la actividad en una situación de imprevisibilidad alarmante", subrayaron desde la petrolera.
Sinopec ratificó a principios de este año que aplicará su plan de inversión de u$s 300 millones en la Argentina para elevar su producción de petróleo y gas en Santa Cruz, donde genera 4.000 empleos.
El conflicto se inició el lunes pasado cuando trabajadores petroleros tomaron oficinas y bloquearon ingresos a yacimientos de YPF y Sinopec, con cortes en los almacenes y plantas en Pico Truncado y Cañadón Seco.
Estas medidas fueron tomadas en respuesta al envío por parte de contratistas de 64 telegramas de despido, y otros 60 de suspensión de trabajadores.
El martes, el Ministerio de Trabajo dictó una conciliación obligatoria y abrió la discusión para alcanzar un acuerdo entre las partes, cuya primera audiencia será mañana con la contratista Calfrac, y el martes próximo con YPF.
Esto hizo que los trabajadores petroleros dejaran sin efecto algunas de las medidas de protesta, no obstante lo cual mantienen afectados servicios y una toma de oficinas de Sinopec, con el argumento de que la petrolera china no reconoce un aumento acordado en paritarias.