La compañía británica se sumó a grandes rivales como Exxon Mobil, Chevron y Total al reportar utilidades mejores de lo esperado, gracias sobre todo a la subida de los precios del crudo y el gas. Los precios del petróleo treparon un 50% el año pasado, hasta cerca de US$54 por barril en los tres primeros meses del año.
BP espera que los precios promedien entre US$50 y US$55 por barril en 2017, en camino al tramo más alto del rango si la OPEP y otros destacados productores externos amplían sus recortes de producción en la segunda mitad del año, dijo el presidente financiero, Brian Gilvary, a Reuters.
Los resultados podrían mitigar algunas preocupaciones de los inversores, que se inquietaron cuando BP elevó en febrero el cálculo del precio del crudo al cual podría equilibrar sus cuentas este año a US$60 el barril, tras una serie de inversiones que elevó el nivel de los préstamos.
Tres años después de que los precios del crudo cayeron desde niveles superiores a los 100 dólares por barril y de que BP redujo costos con despidos y aplazamientos de proyectos, los inversores quieren ver una generación de efectivo para cubrir gastos y pagos de dividendos, al tiempo que se reduce la creciente deuda.
La deuda neta creció un 9% en el trimestre, hasta los US$38.600 millones, elevando el apalancamiento en los títulos de los accionistas del 26 al 28%, cerca de su techo del 30%.
El flujo de caja operativo de BP trepó hasta los US$2.100 millones, desde los US$1.900 millones del año anterior, afectado por pagos de multas relacionados con la explosión de la plataforma petrolera Deepwater Horizon y el derrame que hubo en el Golfo de México en 2010.
Las ganancias de BP por costo de reemplazo subyacente, la definición de la compañía de utilidades netas, ascendieron a US$1.510 millones, lo que superó el pronóstico promedio de los analistas de US$1.260 Millones.