Según explicó ante los inversores la directora de exploración y producción de Petrobras, Solange Guedes, la reducción se debe a unos costes menores, atraso en la obtención de licencias ambientales y el aplazamiento de varios pagos.
Pese al corte en las inversiones, la petrolera mantiene una meta de producción para este año de 2,07 millones de barriles diarios.
Petrobras divulgó ayer jueves el balance financiero del primer trimestre, en el que registró un beneficio de 4.449 millones de reales (unos 1.429 millones de dólares), revirtiendo así el prejuicio de 1.246 millones de reales (396 millones de dólares al cambio actual) del mismo período de 2016.
La petrolera, mayor empresa de Brasil, atribuyó la mejora del resultado a un menor coste con la importación de petróleo, un aumento de las exportaciones y una reducción de gastos.
Se trata del segundo trimestre consecutivo con un resultado positivo de Petrobras, empresa que vive una grave crisis económica e institucional, y el mejor balance desde el primer trimestre de 2015.
La facturación de la estatal totalizó 68.360 millones de reales (21.770 millones de dólares) en el trimestre, un 3 % menos que en el mismo trimestre del año anterior.
El resultado antes de intereses, impuestos, amortización y depreciación (Ebitda) sumó 25.254 millones de reales (8.042 millones de dólares), superando los 21.193 millones de reales (unos 6.749 millones de dólares) del mismo período del año pasado.
La deuda líquida de Petrobras al finalizar el mes de marzo cayó un 5 % en relación al trimestre precedente y se situó en los 300.975 millones de reales (95.851 millones de dólares), gracias a la valorización del real ante el dólar.
La petrolera redujo sus gastos en un 22 por ciento hasta los 2.300 millones de reales (unos 732 millones de dólares), reflejando cortes de personal, principalmente debido al plan de incentivo para dimisiones voluntarias.
Al finalizar el mes de marzo, Petrobras tenía 65.220 trabajadores, un 17 % menos que un año atrás.
Según explicó el director de Asuntos Corporativos, Hugo Repsold, cerca de 14.500 trabajadores dejaron la compañía desde 2014 con programas de dimisión voluntaria, mientras que otros 2.800 deben dejar su puesto hasta finales de julio.
Para reforzar su caja y mejorar sus finanzas, la estatal brasileña anunció el año pasado un ambicioso plan de desinversiones por 21.000 millones de dólares, que completará entre 2017 y 2018, para hacer frente a la grave crisis que enfrenta.
Mediante el plan de desinversiones Petrobras pretende acometer una reestructuración para reducir su tamaño, hacer frente a la grave crisis provocada por el escándalo de corrupción del que es protagonista y adecuar la empresa a una coyuntura negativa provocada por la caída de los precios del crudo.
La compañía ya había ejecutado en 2015 y 2016 otro plan de desinversiones por el que vendió activos por 13.600 millones de dólares.