"Un 82,57 % de la prestación de servicios para el desarrollo de este proyecto proviene de la industria ecuatoriana", señala el estudio y precisa que otro 16,05 % se ejecuta con la participación conjunta de empresas extranjeras y apenas el 1,37 % lo realizan firmas internacionales.
Dichos servicios, entre otros, corresponden a prestación de servicios, desarrollo de ingeniería, paquetizaciones y construcción en campo.
Estas actividades han supuesto unos 195 millones de dólares, de los cuales 160 millones han sido contratados con industrias ecuatorianas.
Respecto a la adquisición de equipos y materiales, los proveedores nacionales aportan el 72,28 % (unos 48 millones de dólares), mientras que el restante 27,72 % (18 millones) corresponde a empresas extranjeras.
El gerente de la empresa pública Petroamazonas, Álex Galárraga, destacó el "soporte de la empresa ecuatoriana" en las diferentes fases de desarrollo del proyecto ITT.
"Este sistema de trabajo es transversal en todas las actividades, de tal forma que se ha ampliado la base de proveedores y se han incluido también a las comunidades que ahora ofrecen servicios de catering (alimentación) en los campamentos" del bloque, agregó.
El estudio precisa que para el desarrollo del bloque ITT, Petroamazonas ha construido "zonas de embarque, accesos ecológicos, plataformas de perforación y producción petrolera, y estaciones de procesamiento y transferencia de petróleo".
Actualmente, la petrolera desarrolla la plataforma Tiputini, uno de los tres campos que forman el bloque 43 (Ishpingo, Tambococha y Tiputini-ITT), situado en un extremo del Parque Nacional Yasuní, una reserva de la biosfera en el centro-este de la Amazonía de Ecuador.
La extracción del campo Tiputini bordea los 51.000 barriles diarios de petróleo, mientras que la producción total de Petroamazonas es de 430.000 barriles.
Petroamazonas inició actividades constructivas y de facilidades en el Bloque 43 en agosto de 2014, para su desarrollo obtuvo la Licencia Ambiental en mayo de ese mismo año y sobre esta actividad rige una declaratoria de Interés Nacional por parte de la Asamblea Nacional (Parlamento), aprobada en octubre de 2013.
El proyecto ITT tomó importancia en 2007, cuando el entonces presidente, Rafael Correa, lanzó una propuesta para dejar bajo tierra el crudo en esa zona, a cambio de una compensación de la comunidad internacional que permitiría proteger el Parque Yasuní y evitar la expulsión a la atmósfera de 407 millones de toneladas de dióxido de carbono, que se generaría con la combustión del crudo.
El compromiso de la comunidad internacional no cubrió las espectativas, por lo que el Gobierno ecuatoriano puso en marcha un "plan B" que suponía la explotación del ITT con la mayor responsabilidad ambiental y social posible, afectando un área menor al uno por mil, del millón de hectáreas que forman el Parque Yasuní.
El petróleo es uno de los principales productos de exportación de Ecuador y una base importante para la financiación de su presupuesto fiscal.
