La demanda de petróleo en Estados Unidos creció al ritmo más intenso del mundo en 2013, superando a China por primera vez desde 1999, ya que la principal economía del planeta comenzó a beneficiarse de un auge del crudo no convencional, informó este lunes la petrolera BP.
La revisión anual, publicada por primera vez en 1951 y considerada un referencial para la industria, mostró que el consumo de petróleo de Estados Unidos en el 2013 se incrementó en 400 mil bpd a 18.9 millones de bpd, el aumento más fuerte del mundo, seguido por el incremento de China de 390 mil bpd a 10.8 millones de bpd.
El crecimiento del consumo fue liderado por una expansión en el sector industrial de Estados Unidos, a medida que la principal economía del mundo surgía de la crisis financiera del 2008, dijo Christof Ruhl, principal economista de BP.
"Es fácil comprender a Estados Unidos. Si uno tiene mucho petróleo domestico barato que suministra a la industria, eso se verá eventualmente en las cifras de crecimiento del PIB. No es tan fácil como eso conciliar la desaceleración con las cifras energéticas de China," dijo Ruhl.
Al mismo tiempo, una desaceleración de la economía china fue impulsada principalmente por reducciones en el consumo de diésel y gasóleo, que tradicionalmente reflejan el ritmo del crecimiento económico.
El crecimiento del consumo de energía en China se ralentizó a alrededor de 4.7 por ciento en el 2013 desde un promedio en 10 años de 8.4 por ciento, a pesar del hecho de que Pekín oficialmente reportó un incremento de 7.7 por ciento en el Producto Interno Bruto el año pasado, dijo Ruhl.
En su revisión anual de estadísticas de energía reveladas en Moscú, BP también elevó su estimación de reservas globales de petróleo en un 1.1 por ciento luego de revisar hacia arriba las reservas de Estados Unidos en más de un cuarto.
BP informó también que por segundo año seguido Estados Unidos registró su mayor alza anual en la producción de petróleo, con un incremento del 13.5 por ciento a más de 10 millones de barriles por día (bpd).
Las reservas globales de gas natural fueron reducidas por segundo año, ya que un menor suministro de Rusia y Qatar compensó un incremento significativo en las estimaciones para Estados Unidos.