Las sanciones impuestas contra Rusia por Occidente podrían demorar la ejecución de algunos de los proyectos conjuntos de la petrolera noruega Statoil y la rusa Rosneft, advirtió el responsable de la compañía nórdica, Helge Lund.

“Este proceso va a implicar un gran número de aspectos burocráticos, por lo que ocupará más tiempo”, dijo Lund citado por The Wall Street Journal.

Al mismo tiempo, destacó que muchos proyectos de las dos petroleras estarán a salvo de las sanciones, ya que estas afectan principalmente a la extracción petrolera en el mar y a las labores en el Ártico.

A partir de ahora, la petrolera noruega y sus proveedores deberán solicitar autorización del Gobierno de Noruega, la Unión Europea o EEUU para exportar maquinaria a Rusia.

“Europa y Rusia seguirán siendo socios energéticos durante muchos decenios. Esperamos que se busque una solución diplomática, aunque, por supuesto, (la imposición de sanciones) ha dificultado este proceso tanto para Rosneft como para compañías (extranjeras) que trabajan con esa y otras empresas rusas”, apuntó Lund.

Subrayó, no obstante, que el objetivo de Statoil es “mantener la cooperación con Rosneft”, con la que la petrolera noruega lleva a cabo proyectos en los mares de Barents y Ojotsk. Ambas compañías también tienen suscrito un acuerdo para realizar prospecciones en la provincia rusa de Samara.

El pasado mes de julio, Bruselas y Washington aprobaron sanciones sectoriales contra Rusia que en particular restringen las exportaciones de maquinaria para el sector petrolero ruso. La medida afecta los acuerdos y contratos que se cierren a partir del 1 de agosto de 2014.