Royal Dutch Shell está considerando la posibilidad de vender sus yacimientos petroleros en Irak como parte de un programa de desinversión mundial de 30,000 millones de dólares, dijeron el lunes fuentes de la industria.
La petrolera anglo-holandesa Shell se propone invertir unos diez mil millones de dólares en Brasil durante los próximos cuatro años, anunció ayer su presidente mundial, Ben van Beurden, tras una reunión con el mandatario Michel Temer.
La petrolera anglo-holandesa Royal Dutch Shell aumentó su beneficio atribuido en un 203 % durante los primeros nueve meses del año respecto al mismo periodo de 2015, en un entorno adverso, marcado por los bajos precios del crudo.
El presidente de Shell Argentina, Teófilo Lacroze, destacó hoy que "este es un Gobierno que quiere ir a un mercado libre" y aseguró que la compañía "apoya esa dirección porque allí hay claras reglas de juego a mediano y largo plazo, y es lo que necesita" el país.
El presidente ejecutivo global de Shell, Ben Van Beurden, visitó Buenos Aires y en una reunión en la Casa Rosada le confirmó al presidente Mauricio Macri que la petrolera angloholandesa invertirá un promedio de u$s 300 millones por año en el país hasta 2020, tanto para las actividades de exploración y producción (upstream) como refinación, distribución y comercialización (downstream).
Teófilo Lacroze es un joven ejecutivo que trabajaba en la filial brasileña de la petrolera Shell. El retiro de su antecesor le abrió las puertas para conducir el negocio argentino de la compañía. Claro que era una silla con una carga muy especial: el último que la había ocupado había sido Juan José Aranguren, hoy ministro de Energía y Minería, el empresario que más criticó en voz alta ciertas prácticas del kirchnerismo.
La gigante petrolera Royal Dutch Shell está evaluando vender activos de refinación, transporte y distribución en Argentina, como parte de un programa de desinversiones por US$30.000 millones, dijo este miércoles su presidente ejecutivo, Ben van Beurden.
Royal Dutch Shell reportó este jueves una caída del 72% en sus ganancias del segundo trimestre debido a los bajos precios del crudo y a costos vinculados a la compra de BG Group, lo que muestra la tensión que enfrenta la petrolera tras el acuerdo.
Un poco de desesperación no le vino mal a Royal Dutch Shell PLC. El precio del petróleo Brent ha caído a la mitad en los últimos dos años, lo que ha llevado el flujo de caja operativo de la empresa muy por debajo de lo que normalmente necesita para pagar dividendos a sus accionistas y financiar la exploración de nuevos yacimientos. En tanto, la compra de la compañía británica de gas BG Group PLC, cerrada en febrero, le dejó el tanque lleno de deudas.