A pesar de la reapertura de dos de las principales terminales de exportación de crudo del país, la recuperación de la producción de Libia da muestras de fragilidad ya que el hidrocarburo tiene dificultades para llegar al mercado, aseguraron el lunes autoridades de esta industria.
La programada carga de un barco petrolero se vio interrumpida por protestas el fin de semana, mientras que la compañía que supervisa el mayor yacimiento de crudo del país se vio atrapada en enfrentamientos en Trípoli y los clientes se muestran reacios a comprar los poco fiables cargamentos del país, dijeron los funcionarios.
La semana pasada, el precio del crudo Brent cayó a mínimos de tres meses después de que los rebeldes en Libia acordasen la reapertura de dos terminales de exportación que habían ocupado durante cerca de un año y, separadamente, los manifestantes permitieran que se reanudasen las operaciones del mayor yacimiento de crudo del país.
La producción del país ha aumentado a 470.000 barriles diarios, según un portavoz de la petrolera estatal National Oil Co. La cifra es tres veces superior al nivel que registraba a finales de mayo, aunque sigue siendo una tercera parte de los niveles habituales.
Sin embargo, durante el fin de semana los planes para cargar un buque petrolero desde la terminal de Brega, al este del país, se vieron interrumpidos cuando los guardias cerraron la instalación por una disputa con el Gobierno, anunció el portavoz. Aunque señaló que el cargamento estaba destinado a una refinería libia, interrupciones similares forzaron a Libia a redirigir sus exportaciones al consumo local el mes pasado.
Mientras, los cargamentos deben todavía reanudarse desde otros dos terminales al este del país porque los clientes se muestran reticentes a comprar ese crudo.
Los puertos de Es Sider y Ras Lanuf, que representa cerca de la mitad de las exportaciones de crudo, reabrió hace una semana tras alcanzar un acuerdo con los rebeldes.
A pesar de que Libia ha reducido el precio de su crudo de mayor calidad, los compradores "quieren precios más baratos" para compensar por el riesgo de interrupciones, dijo un funcionario que supervisa las operaciones portuarias. Aunque aseguró que el precio no es el principal problema, el portavoz de NOC admitió que los compradores buscan garantías sobre la fiabilidad del suministro de esas dos terminales. "Tenemos que garantizar la continuidad", dijo.
Las dudas también emergen en el ámbito de la sostenibilidad del incremento de la producción. La producción en el yacimiento de Sharara, el mayor del país y del que es socio la española Repsol SA, REP.MC -0.99% se reanudó la semana pasada después de que finalizasen las protestas.
Pero la intensificación de la producción en este pozo ha sufrido incidencias, como fugas en el oleoducto el sábado, explicó un responsable de la instalación.
Y el lunes por la mañana volvió a descender en 25.000 barriles al día desde los 250.000 barriles diarios del domingo por la noche por apagones energéticos, anunció.
Además, la sociedad conjunta que supervisa el yacimiento, Akakus Oil Operations Co., se ha visto atrapada en fuego cruzado de milicias rivales que quieren hacerse con el control del principal aeropuerto de Trípoli, según su página de Facebook FB -0.94% y su director.
Fotografías de las oficinas de Akakus publicadas en la página muestran los disparos recibidos después de que se abriera fuego entre las bandas rebeldes. En el enfrentamiento fallecieron al menos tres personas, y todos los vuelos fueron paralizados.
El responsable de Sharara dijo que había riesgo de que la milicia que se vio atacada en Trípoli vaya a tomar represalias y cierre el oleoducto que conecta el yacimiento con el puerto de Zawiya.