El ministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, hace un balance de su gestión al frente de la cartera. Asegura que la meta de producir 1.200.000 de barriles diarios para el 2014 fue muy optimista.
En los diez meses que lleva al frente de la cartera mineroenergética, Amylkar Acosta Medina asegura que ha aprendido a hablar más despacio.
Y es que antes de su nombramiento, este guajiro de 62 años era considerado como uno de los principales opositores de la política económica y energética del actual Gobierno. Ahora, viendo los toros desde el otro lado de la barrera (la del torero, si se quiere), Acosta Medina reconoce que ha tenido que moderar su discurso, porque cada palabra que dice lo compromete como funcionario público.
“No he cambiado de manera de pensar, simplemente he cambiado de rol”, enfatiza. Y desde este nuevo rol, agrega, tiene más responsabilidad y capacidad para actuar.
No son pocos los retos que tiene esta cartera por delante. Por un lado, está la necesidad de ampliar las reservas de hidrocarburos del país que, con el ritmo de producción actual, alcanzan para seis años.
Pero, además, la industria en particular ha tenido que enfrentar una escalada de atentados en contra de la infraestructura y un creciente descontento popular por la realización de actividades de sísmica y el desarrollo de los campos petroleros.
Por otro lado, está el cuello de botella de las licencias ambientales, que afecta tanto a los mineros como los petroleros, y las bajas cotizaciones de los minerales que tienen a las extractoras pensando en cómo reducir sus costos.
En medio de este complejo panorama, el Ministro hizo un balance de su gestión. Aunque no se sabe si continuará o no en su cargo, Acosta Medina dijo que le gusta su trabajo y que quiere seguir haciéndolo.
¿Por qué no se cumplieron las metas del Plan de Desarrollo en materia de producción de minerales e hidrocarburos?
A veces nos imponemos metas que son deseables, pero no realistas. Nos pasó el año pasado con la meta de pozos exploratorios: teníamos una meta de 135 y solamente se alcanzó a cumplir con 115. Por eso, para este año, hemos sido más conservadores y nos impusimos la meta de 130 pozos exploratorios; al mes de junio llevábamos cumplida esa meta en 60 por ciento, lo que nos hace pensar que vamos a sobrepasar el objetivo.
¿Y en producción?
En cuanto a la producción, creo que va a ser difícil alcanzar esa meta de 1.027.000 barriles que nos habíamos impuesto.
Pero sí creo que, a pesar de los resultados de este primer semestre, que nos sitúa en un promedio de 984 mil barriles, superaremos la meta del millón y podríamos finalizar el año con un promedio de 1.007.000 o 1.008.000 barriles.
Entonces no se van a cumplir las metas, sino que se redujeron…
Es que las metas del Plan Nacional de Desarrollo fueron demasiado altas con relación a la realidad. Poner 1.200.000 barriles para el año 2014 como está planteado en el Plan fue demasiado optimista.
Y en minería…
El sector minero ha tenido un repunte importante. En el primer trimestre de este año hubo un repunte del 33 por ciento con respecto al primer trimestre del año pasado, y esto fundamentalmente por cuenta de la mayor producción de carbón.
En todo caso, les queda una lección para la construcción de las metas del próximo Plan de Desarrollo... ¿Cómo lo están pensando?
Tenemos que ser coherentes: si te impones la meta del 1.200.000 barriles diario promedio año, pues tienes que ponerte unas metas en materia de exploración y de perforación de pozos que vaya de acuerdo con esa meta. Por eso, desde que llegué, el énfasis que le he puesto ha estado en el tema de la exploración.
En este momento estamos ampliando la frontera exploratoria del país y en la ronda 2014 se está haciendo una gran apuesta por los yacimientos no convencionales; estamos hablando de unos 18 bloques y estamos haciendo también una gran apuesta por la actividad exploratoria ‘offshore’.
Y, ¿a partir de cuándo espera que haya exploraciones no convencionales?
En estos días salió la regulación de todo lo concerniente al tema ambiental de la explotación de yacimientos no convencionales. Una vez ya están las reglas establecidas (las de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, ANH, el Ministerio de Minas y el Ministerio de Ambiente), y al cerrarse la Ronda Colombia y asignarse los bloques en los contratos de la ANH, se debe establecer un cronograma. De manera que el año entrante va a ser una etapa muy febril en materia de yacimientos no convencionales.
EL FANTASMA DEL APAGÓN
Si bien los retos en materia de minería y de hidrocarburos son grandes, lo que en realidad le quita el sueño al ministro Acosta Medina es el fantasma del apagón, que resucita cada vez que anuncian la probabilidad de ocurrencia del fenómeno de ‘El Niño’.
La amenaza de este evento climático se posó sobre los embalses del país y llevó a los precios del kilovatio en la bolsa de energía a niveles históricos.
¿Cuál es el problema que le ha quitado el sueño en el Ministerio?
Este es un Ministerio complejo porque los temas que le toca a uno resolver son supremamente sensibles para la población, y por eso no dan esperas para su solución. Pero indudablemente mi mayor preocupación es la amenaza del fenómeno de El Niño
¿Por qué?
Yo sufro, y no lo he disimulado, del síndrome del apagón. Cuando tuvimos los 14 meses de racionamiento entre el año 92 y 93, yo me desempeñaba como senador de la República, y en esa calidad me correspondió hacer el debate de control político al Gobierno. Ahora no quiero que ese debate me lo vengan a hacer a mí como ministro.
Por eso he dicho que prefiero pecar por exceso que por defecto a la hora de definir las medidas de contingencia que deben tomarse para precavernos de que no vayamos a tener otro apagón.
¿Y no vamos a tener otro apagón?
Por fortuna, tenemos un sistema eléctrico y eso en gran medida responde a una arquitectura que se creó en respuesta al racionamiento, lo que nos ha permitido sortear con éxito dos fenómenos de ‘El Niño’ posteriores, en el 97 y en el 2009. De manera que estamos blindados ante esa eventualidad, cada vez más inminente.
Lo que sí puede darse en un momento determinado es que nos obligue a utilizar mayormente el parque de generación térmica, y por eso hemos tomado todas las medias tendientes a garantizar que ese parque térmico esté en condiciones de operar.
Ministro, ¿qué tanto ha podido mantener su independencia de opinión en este cargo?
Son dos circunstancias muy diferentes, decía Ortega y Gasset: “yo soy yo y mis circunstancias, y si no las salvo a ellas, tampoco me salvo yo”. Yo soy ‘ortegueano’ y sigo ese consejo, así que cuando a mí, en ocasiones, que no faltan, se me cuestiona por las opiniones que tuve antes de llegar al Ministerio,he dicho que no he cambiado de manera de pensar, simplemente he cambiado de rol.
¿Le ha costado mucho?
Eso sí que me ha costado, porque si por algo me he caracterizado es por ser un librepensador.
Pero, aún así, ¿le gustaría continuar como ministro en el próximo periodo?
Uno realmente debe querer y debe valorar lo que hace. Yo quiero y valoro lo que he venido haciendo desde el Ministerio, porque uno no es más feliz por hacer todas las cosas que quiere, sino por querer todas las cosas que hace. Las cosas que he venido haciendo las he venido haciendo con entrega, con convicción y con espíritu de servicio que es lo que debe caracterizar a un servidor público.
¿Eso quiere decir que sí quiere?
Ya te dije.
A usted, que le gustan tanto los refranes, ¿con qué dicho popular resumiría su paso por el Ministerio?
Yo podría decir que uno no es más porque lo alaben, ni es menos porque lo vituperen.
NUEVAS OFERTAS DE GAS
De acuerdo con el Ministro de Minas y Energía en el segundo semestre del año se ofrecerán ocho bloques para explotar gas metano asociado con mantos de carbón.
Acosta sostuvo que empresas como Shell, Exxon Mobil y Canacol están interesadas en este tipo de yacimientos.
“Ya hemos avanzado en la reglamentación de esta explotación, se le va a dar prelación, lógicamente, al que tiene el título minero. Ahora, si no está él en capacidad de desarrollar directamente le yacimiento, puede buscar un aliado estratégico con el cual trabajar”, explicó el jefe de la cartera.
Si el titular no puede explotar directamente ni aliarse, se buscarán mecanismos para subastar estos bloques.
ATENTADOS: ¿SE SALIERON DE LA MANOS?
“La industria tiene tres factores que están incidiendo en el freno de la operación de las empresas: el primero, es el que tiene que ver con el orden público; el segundo, con la conflictividad social y, el tercero, los tiempos que se toma la autoridad ambiental para el trámite y expedición de las licencias ambientales”, resumió el jefe de la cartera mineroenergética.
El alto funcionario admitió que el primero de ellos es el más notorio ante la opinión pública. En lo que va del año, se han realizado 39 atentados a la infraestructura petrolera. Cuatro de ellos obligaron a mantener cerrado por dos meses el oleoducto Caño Limón-Coveñas, con millonarias pérdidas para la industria y la Nación.
Para el funcionario público, lo que no se ve es que en lo que va del año también se han evitado 74 atentados a la infraestructura, gracias a la capacidad de reacción de las autoridades.
Estas son las medidas que se han tomado para afrontar esta escalada de violencia: “Se dispuso, por parte del Ministerio de Defensa, un mayor número de pelotones del Ejército, de la Armada, de la Policía y de la Fuerza Aérea para el aseguramiento de la infraestructura de transporte, tanto terrestre, a través de carrotanques, como de oleoductos. Se aumentaron las horas de vuelo de los drones para tener un registro más continuo. Además, ya disponemos en el Ministerio de Minas y Energía de unos funcionarios que están dedicados a trabajar en esa articulación entre el Gobierno y las empresas, y a personal dedicado a todo lo que tiene que ver con el aseguramiento del sector”, señaló.