Los accionistas de Royal Dutch Shell y BG Group tienen previsto votar sobre la fusión de ambas compañías el 27 y 28 de enero, respectivamente, dijeron las firmas.
La aprobación de los accionistas es el último obstáculo para la adquisición por parte de Shell de su rival más pequeño BG Group, uno de los mayores acuerdos energéticos en una década, que podría crear el mayor operador de gas natural licuado del mundo.
Valuado en 70.000 millones de dólares en el momento de la oferta en abril, actualmente tiene un valor de unos 53.000 millones en las valuaciones del mercado.
BG pidió el ayer a la Corte Suprema de Gran Bretaña la aprobación para publicar su documento y convocar a las reuniones de accionistas, dijeron las compañías.
La aprobación de la corte se espera para hoy, dijeron las firmas, seguida por la publicación del documento de BG y la propuesta accionaria de Shell.
Luego de la luz verde de los accionistas, la baja en el mercado de las acciones de una compañía adquirida generalmente toma alrededor de diez días hábiles. Esto significa que la adquisición de BG por parte de Shell podría completarse para mediados de febrero.
Recortes
La petrolera anglo-holandesa Shell prevé suprimir unos 2.800 empleos a nivel global como parte del proceso de fusión con BG.
La compañía precisó que estos recortes, equivalentes al 3% de la fuerza laboral combinada, se sumarán a la supresión ya anunciada de otros 7.500 puestos de trabajo en todo el mundo.
La empresa, con sede en La Haya, afirma que “esta reestructuración es necesaria para lograr los beneficios esperados” tras la fusión de ambas empresas, un proceso que debe completarse a principios de 2016.
El consejero delegado, Ben van Beurden, subrayó que “éste es un acuerdo estratégico que convertirá a Shell en una empresa más rentable y fuerte en un mundo en que los precios del petróleo podrían mantenerse bajos durante un tiempo”.