Los principales productores de la OPEP han empezado a discutir de manera privada un nuevo equilibrio para el precio del petróleo a US$50 por barril, sumándose a las señales de que una extensa corriente vendedora en el mercado ha llegado a su fin, dijo uno de los mayores pronosticadores de la industria.
Gary Ross, fundador y presidente ejecutivo de la consultora PIRA, con sede en Nueva York, dijo a sus clientes hace dos semanas y media que reconocía que los niveles mínimos han llegado para el precio del crudo, que entonces cotizaban en cerca de US$30 por barril.
Los futuros del petróleo en Estados Unidos han escalado desde entonces a casi US$36 el viernes, con una serie de analistas también considerando este nivel como el más bajo.
En una entrevista con Reuters, Ross dijo que el petróleo debería recuperarse a US$50 por barril a fin de año, impulsado potencialmente por eventuales recortes de suministros en importantes productores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
"Quieren el petróleo a US$50, este va a ser el nuevo piso para los precios globales del crudo", dijo Ross, uno de los pronosticadores más respetados de la industria por sus audaces proyecciones de precios y décadas de historia consultando a miembros de la OPEP.
"Aunque podría no ser un precio meta oficial, se les escuchará mencionarlo. Están intentando darle un piso al mercado", agregó.
Si Arabia Saudita y otros poderosos miembros de la OPEP en el Golfo Pérsico comienzan a invocar el nivel de US$50 como el "precio justo para productores y consumidores"- una expresión favorecida antes que ha estado ausente por varios años- podría indicar el fin de un inusual y extenso periodo en el que el grupo abandonó los esfuerzos por manejar al mercado.
Tras años de expresar su satisfacción con precios cercanos a los US$100 por barril, el principal exportador Arabia Saudita lideró a fines del 2014 el cambio más dramático en la política de la OPEP en décadas.
El mayor exportador mundial, o sus aliados en la OPEP, ya no reducirán su propio bombeo para impulsar los altos precios, que temen que puedan afectar su participación en el mercado global. En cambio, seguirán bombeando y dejando que los precios caigan.
Aunque no anticiparon la más extensa y profunda ola vendedora en los precios desde mediados de la década de 1980, los esfuerzos han comenzado a limitar el auge de productores de alto costo como los perforadores de esquisto en Estados Unidos, otra señal de que los valores habrían tocado fondo.