Los envíos de petróleo de Arabia Saudita hacia China aumentaron 36% en febrero a su nivel más alto en al menos tres años, de acuerdo con ClipperData, una firma que rastrea los embarques de crudo a nivel mundial. Los envíos representaron un aumento del 75% en las importaciones chinas de crudo saudí desde enero.
El momento en que se produce este cambio seguramente causará algo de extrañeza. Desde hace mucho tiempo, China es el cliente número uno del enemigo de Arabia Saudita, Irán. Y las ventas de petróleo se están encendiendo a pesar de que el reino ha hecho un llamamiento para que los productores mundiales de petróleo “congelen” la producción de petróleo en los niveles de enero.
Irán ha calificado el plan de congelamiento de Arabia como una “broma”. De hecho, Irán dijo a CNN que está haciendo todo lo contrario, con planes de elevar dramáticamente la producción ahora que las sanciones económicas han sido levantadas.
Los analistas creen que los envíos de Arabia Saudita a China están más relacionados con política que con economía.
“Es una advertencia política de Irán”, dijo Matthew Smith, director de investigación de materias primas de ClipperData. “El momento parece muy interesante. Parece que hay algo en marcha allí”.
Los saudíes no tienen ningún interés en ayudar al regreso triunfal de Irán al mercado petrolero. Los nuevos ingresos petroleros fortalecerán la posición de Irán como una potencia regional en aumento. También dará a Irán una afluencia de recursos que podría utilizar para luchar en las actuales luchas de poder contra los saudíes en Siria, Yemen y otros lugares.
“Es un intento más amplio de los saudíes por frustrar la influencia del resurgimiento de Irán”, dijo Vincent Piazza, analista de energía de Bloomberg Intelligence.
Saudi Aramco, la petrolera estatal de Arabia Saudita, advirtió en enero en Davos que no retirará la producción solo “para hacer espacio para otros”.
Aunque los saudíes continúan inundado a los mayores clientes de Irán con crudo barato, ClipperData dijo que aún no ha visto evidencia de que Irán haya conseguido aumentar gradualmente la producción.
Asia sigue siendo un mercado clave para ambos productores. China es el tercer mayor cliente de Arabia Saudita, por detrás de Estados Unidos y Japón, según ClipperData. Irán es el sexto mayor proveedor de crudo para China detrás de Arabia Saudita, Rusia, Angola, Irak y Omán.
El nuevo crudo saudí ha estado fluyendo hacia las terminales y refinerías controladas por Sinopec, la petrolera estatal de China.
Será interesante ver la cantidad de petróleo que los saudíes envían a China en los próximos meses. ¿Fue febrero un bache o esto es parte de un esfuerzo más concertado del reino para debilitar a Irán?
En cualquier caso, la batalla entre Arabia Saudita e Irán por China es un nuevo recordatorio de cuán profundamente dividida sigue estando la OPEP; y lo difícil que sería implementar una congelación de la producción.
“Las acciones saudíes dicen más que sus palabras”, dijo Smith. “Pueden estar dispuestos a considerar una congelación de la producción si todo el mundo colabora, pero mientras tanto continuarán inundando el mercado”.
Ivana Kottasova de CNNMoney contribuyó con este reporte.