Autoridades en Canadá evaluación hoy las posibilidades de reactivar la actividad petrolera en las cercanías de Fort McMurray, una de las más importantes zonas de extracción de crudo en el país, devastada por masivo incendio forestal.
Cálculos oficiales confirman daños severos en unas 230 mil hectáreas y la evacuación de aproximadamente 90 mil personas, en su mayoría de la ciudad de Fort McMurray, perteneciente a la provincia de Alberta, en el oeste del territorio nacional.
La primer ministra de la provincia de Alberta, Rachel Notley, y los jefes de las compañías petroleras conversaron este martes sobre las etapas y las medidas a fin de reanudar la extracción de petróleo de las arenas de bituminosas de Athabasca, situadas al norte de Fort McMurray.
El domingo, la petrolera Suncor, la principal del sector en Canadá, anunció el desplazamiento por razones de seguridad de más de 10 mil personas, incluidos empleados, sus familias y residentes de Fort McMurray.
Mientras la firma Syncrude, filial de Suncor, también interrumpió la producción el sábado con la evacuación de sus cuatro mil 800 empleados, y otros grupos petroleros, como Shell, Huski, ConocoPhilipps y Total cesaron o disminuyeron sus niveles de actividad en la zona.
De acuerdo con expertos, el desastre mermó la producción petrolera en el orden de 1,0 a 1,5 millones de barriles diarios.
Antes del siniestro, el crudo extraído en esa región alcanzaba los 2,5 millones de barriles diarios; un tercio de la producción total de Canadá.
La disminución de las temperaturas en los dos últimos días mermó el ritmo de avance de las llamas, lo que ha dado un pequeño respiro a los equipos de bomberos; no obstante, los meteorólogos advirtieron sobre los riesgos existentes en la actual temporada, como consecuencia del fenómeno climático de El Niño.