En su discurso ante la junta general de accionistas del grupo español, Antonio Brufau dijo que para cumplir con los acuerdos de la cumbre climática celebrada en París a finales del año pasado eran necesarios esfuerzos conjuntos y apostar por energías como la nuclear, las renovables, el gas, la hidráulica y la bioenergía.
Brufau dijo que la generación eléctrica era ahora mismo responsable del 30 por ciento de las emisiones de gases con efecto invernadero, casi el doble que el transporte (16%), que en buena medida depende del uso de hidrocarburos, debido al papel aún prominente del carbón a escala global.
"¿Por qué la electricidad emite tanto CO2: pues porque en los procesos de generación eléctrica el protagonismo lo tiene el carbón", dijo. "Si se sustituyese todo el parque de carbón por centrales de ciclo combinado que utilizasen el gas natural, que emite la mitad que el carbón, la emisión que generaría el sector eléctrico se reduciría una tercera parte".
El empresario catalán cuestionó además con contundencia las subvenciones que han recibido las energías renovables en países como España en relación con su impacto en la reducción de emisiones.
"Si son subvenciones para crear un desarrollo industrial que no se ha conseguido hasta ahora, con honrosas excepciones como la eólica, o para crear retornos económicos y sociales, bienvenidas las subvenciones ... (pero) si son subvenciones para mejorar la cuenta de resultados de los que reciben las subvenciones, no estamos en ese juego".
En una línea similar, Brufau fue especialmente crítico con las subvenciones del Gobierno alemán para el fomento del coche eléctrico y cuestionó su impacto medioambiental si para poder moverlo era necesaria la electricidad de las centrales de carbón germanas.
"Cuando veo por ejemplo que un gobierno tan serio como el alemán va a subvencionar con 4.000 euros los coches eléctricos y en Alemania el 45 por ciento de la electricidad se produce con carbón, yo tengo que pensar q igual la subvención va al sector del carbón o va al sector del automóvil alemán para que sea más eficiente".
En una junta sin sorpresas, los accionistas aprobaron entre otras cosas un dividendo de 0,80 euros con cargo al año pasado y la reelección al consejo de Isidro Fainé y Gonzalo Gortázar representando a La Caixa, primer accionista de Repsol.
MEJOR SIN LA OPEP
Brufau también cargó las tintas contra la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y celebró que el cambio en las reglas de juego del sector que trajo consigo el boom del fracking en Estados Unidos haya desbaratado el histórico control del cártel en la producción y los precios.
"Sin la OPEP funcionando como estabilizador de precios, favorece a empresas como Repsol", dijo el presidente, tras señalar que lo mejor que podría pasarle al sector es que dejara de existir para tener un funcionamiento puramente de mercado.
Las declaraciones se producen en un momento de disensiones en el seno de la OPEP, que el pasado abril no logró consensuar una acuerdo para congelar los niveles de producción del cártel y reequilibrar un mercado con sobreabundancia por la entrada de los hidrocarburos no convencionales, situación que ha causado un acusado desplome en los precios en los dos últimos años.