El mandatario recordó que en 2005, un año antes de llegar al poder, el país obtuvo por ese concepto apenas 600 millones, incluido el Impuesto Directo a los Hidrocarburos.
Sin embargo, en 2014, cuando el precio del petróleo estuvo en su nivel más alto, la cifra se elevó a cuatro mil 500 millones.
Evo declaró que en 2016, en dependencia de cómo se comporte el crudo en el mercado internacional, la renta será de dos mil 600 millones, aunque podría llegar a los tres mil millones.
Actualmente, dijo, en el país se realizan exploraciones de yacimientos y se impulsan nuevos proyectos en el sector hidrocarburífero, lo cual incrementará las reservas y permitirá un mayor ingreso de divisas.
Evo anunció la incorporación el próximo mes del campo Incahuasi, que aportará 6,7 millones de metros cúbicos de gas al día a la producción nacional.
Gracias a la nacionalización de los hidrocarburos, en 2006, Bolivia obtuvo en la última década 31 mil 500 millones de renta petrolera, principalmente por la producción de crudo y la comercialización de gas a Brasil y Argentina.
Estos recursos benefician al Tesoro General del Estado, a los gobiernos departamentales y municipales y permiten crear bonos en apoyo a la niñez, las mujeres embarazadas y las personas de la tercera edad.