Al mismo tiempo, gestiona los procesos de comercialización de derivados de los hidrocarburos -como por ejemplo la urea-, y brinda asistencia a otros países dada la experiencia acumulada en sus casi ocho décadas de existencia.
El presidente ejecutivo de la entidad, Guillermo Achá, detalló la víspera a Prensa Latina algunas de las actividades de exploración que tienen lugar en el departamento de Chuquisaca.
Se refirió a estudios prometedores, los cuales proyectan un incremento de las áreas de explotación gasífera en el sureño territorio.
Puso como ejemplo el recién descubierto pozo Huacaya II con una profundidad de más de cinco mil 300 metros y que para diciembre prevé la entrega de tres millones de metros cúbicos por día (MMmcd).
También señaló la detección de nuevas vetas que no estaban previstas, las arenas de los pozos Icla y H1C, mientras insistió en que 'estamos en un proceso de certificación del área Caipipendi para orientar nuevas actividades'.
Adelantó que para el primer semestre del año próximo se comunicarán los resultados del proceso de certificación de las reservas gasíferas bolivianas, cifradas actualmente en 11 trillones de pies cúbicos, según datos oficiales.
En otra parte de su diálogo, Achá confirmó que se realizan pruebas previo a la entrada en explotación de la planta de amoniaco y urea ubicada en Bulo Bulo, en el central departamento de Cochabamba.
Señaló que la industria debe iniciar operaciones en el primer trimestre del año próximo durante el cual se estima una producción de 500 mil toneladas de fertilizantes, mientras en 2018, se proyecta elevar a 700 mil toneladas los volúmenes productivos.
El presidente de YPFB confirmó que al menos 13 empresas internacionales han mostrado interés en dichas producciones, si bien 'estamos negociando directamente con cinco de ellas que son las que representan mayor conveniencia económica. Todas son brasileñas'.
Precisó que la corporación estatal ya adquirió los contenedores, cisternas y vagones para el traslado del fertilizante hasta la localidad de Montero, en el departamento de Santa Cruz, el cual se trasladará luego hasta Puerto Suárez 'donde las empresas brasileñas recogerán el producto'.
Respecto al memorando de entendimiento suscrito días atrás con autoridades de El Salvador, Achá aclaró que no se venderá GLP (gas licuado de petróleo) a la nación centroamericana.
A través de la firma del documento, dijo, pretendemos comunicar nuestra experiencia respecto a la normativa de la cadena de precios, a fin de que (los salvadoreños) puedan optimizar su logística de distribución de GLP y, en algún momento, poder ser nosotros intermediarios en la comercialización.
YPFB tiene la experiencia para ser un intermediario y participar en otros mercados no solo con nuestra producción, sino cooperando en compras y ventas internacionales y dando mejores beneficios a otros países con nuestro conocimiento, como ocurre en Paraguay, concluyó.