El divorcio y reorganización de los terrenos permitiría a cada compañía perforar y desarrollar nuevos pozos a su propio ritmo en Permian, que se ha convertido en el área de desarrollo más importante en la industria petrolera estadounidense por sus bajos costos operacionales, con el barril de crudo en torno a los 50 dólares.

Shell y Anadarko han estado discutiendo sobre cómo proceder después de que expire el acuerdo de asociación este verano boreal y probablemente no lo renueven, dijo a Reuters Greg Guidry, encargado del negocio de esquisto del grupo angloholandés.

Las negociaciones tienen lugar en momentos en que Shell busca aumentar su producción de esquisto estadounidense en 140.000 barriles de petróleo equivalente por día en los próximos tres años, un objetivo que depende en gran medida de Permian, el mayor yacimiento petrolero en Estados Unidos.

"Se trataría de una división que nos permitirá manejar las flexibilidades en términos de ritmo de capital, separados de Anadarko", afirmó Guidry en una entrevista este mes.

Un portavoz de Shell dijo a fines de la semana pasada que las negociaciones entre ambas partes continúan.

El acuerdo fue firmado originalmente entre Anadarko y Chesapeake Energy Corp en el 2007. Shell compró las tenencias de Chesapeake en Permian en 2012 y heredó el emprendimiento conjunto.