Óleo e Gás Participações SA exigió que el accionista controlador, el ex magnate Eike Batista, inyecte 1.000 millones de dólares a la compañía.
En un documento divulgado el fin de semana, la empresa en bancarrota con sede en Río de Janeiro dijo que los acreedores tendrán que aprobar 90 millones de dólares adicionales de un préstamo en posesión del deudor (DIP, por su sigla en inglés), dividido en dos partes.
Los nuevos términos, parte del proceso de reestructuración de las deudas de la petrolera, incluyen también una cláusula informando a sus acreedores de la posible venta de la unidad de la compañía en Colombia, además de cambios a la opción de intervención de Batista del plan original, divulgado en febrero.
Oléo e Gás presentó el 30 de octubre la mayor solicitud de protección por quiebra corporativa de América Latina, luego de que sus primeros pozos produjeran menos de lo esperado y los inversores perdieran la confianza en la capacidad de la compañía para cumplir el pago de sus deudas, además de financiar el desarrollo de nuevos pozos.
Bajo el nuevo plan, los acreedores tendrán que acordar honrar una decisión hecha entre Batista y la compañía sobre la validez de la opción de intervención y la capacidad de pago de Batista. La opción fue cuestionada e investigada por fiscales brasileños.
El plan también cambia las condiciones del préstamo DIP, que consistiría en una venta de bonos en tres partes suscrita completamente por los acreedores.
La compañía ya obtuvo un primer paquete de 125 millones de dólares en financiamiento, con los restantes 90 millones de dólares a ser entregados en dos partes tras la aprobación del plan de reestructuración.
Las acciones de Oléo e Gás subieron un 6,25 por ciento el lunes, a 0,17 reales, en las operaciones de la tarde en Sao Paulo, encaminándose a su mayor avance diario en más de tres meses.
Hace casi dos años, cuando la compañía enfrentaba un creciente descontento de los inversionistas debido a su desempeño, Batista prometió invertir 1.000 millones de dólares en la compañía si las acciones caían a cierto nivel.
No obstante, Batista no cumplió su promesa cuando las acciones llegaron a ese punto. Batista perdió casi toda su fortuna de unos 30.000 millones de dólares el año pasado, cuando las acciones de las compañías de petróleo, naviera, minería y logística de su Grupo EBX se desplomaron.
La decisión final de la opción de intervención se basará en reportes de asesores legales independientes, según el documento. Los esfuerzos por conocer el nombre de los asesores fueron infructuosos.
La compañía debe unos 5.100 millones de dólares a inversores como el fondo de bonos Pacific Investment Management Co, abastecedores como la compañía de servicios petroleros Schlumberger NV y su compañía hermana, el astillero de OSX Brasil SA. OSX, cuyos ingresos provienen mayoritariamente de Oléo e Gás, presentó documentos de bancarrota el 10 de noviembre.