Esta semana se está llevando a cabo en aguas de Croacia un simulacro con robots submarinos autónomos para detectar vertidos de petróleo en las profundidades marinas.
El simulacro forma parte de un proyecto europeo liderado por la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) en el que también participan las universidades de Oporto, Zagreb y Chipre, según ha informado la UPCT.
La iniciativa busca crear una flota de vehículos submarinos no tripulados por humanos (AUV), así como vehículos aéreos no tripulados (UAVs) y vehículos autónomos de superficie (USVs) con capacidad operativa para intervenir frente a un vertido de petróleo en los mares europeos usando tecnología de robótica de varios vehículos que cooperen, según revela la web del proyecto.
“Se trata de estar mejor preparados para catástrofes como la ocurrida en el golfo de México hace cuatro años”, ha señalado el profesor coordinador del proyecto Underwater Robotics ready for Oil Spills (Robótica submarina lista para vertidos de petróleo), Javier Gilabert, de la UPCT.
Simulacro en Croacia
Los investigadores llevan desde principios de este año trabajando en un protocolo de actuación conjunta que pondrán en práctica en aguas de Croacia.
En el ejercicio tienen previsto simular vertidos en profundidad de rodamina (un tinte inocuo de color rojizo) para testar los sensores de los vehículos submarinos y la capacidad de trabajo y comunicación entre los robots.
“Hasta ahora se carecía de una herramienta capaz de detectar el vertido de petróleo en profundidad y determinar sus dimensiones y naturaleza. Con este tipo de vehículos se solventará este problema gracias, entre otros aspectos, a unos sensores instalados en los submarinos”, indica Gilabert.
El simulacro servirá también para probar cómo se complementan los distintos vehículos no tripulados a la hora de localizar el foco submarino de derrames de fuel y transmitir la información por debajo del agua a boyas y avionetas que lanzan la información en tiempo real al puesto de mando operativo.
Por otra parte, las aguas de Cartagena serán el escenario de un nuevo simulacro de detección de vertidos en 2015 con el que se terminará de preparar el protocolo de actuación y la flota de vehículos autónomos de los que dispondrá Europa para reaccionar rápidamente ante posibles catástrofes como las ocurridas en su momento del Exxon Valdés o el Prestige.