El presente documento tiene por objeto mostrar una estimación de los requerimientos de inversión en el sector eléctrico nacional para el próximo decenio, en base a la información disponible para los principales proyectos de generación a desarrollarse en el mediano plazo. Para tal fin, en primer lugar se estudia el comportamiento observado en la demanda de energía y en la potencia total instalada en el período 2006-2016; y, luego, se efectúan las proyecciones de estas dos variables para los próximos años (2017-2025). Asimismo, se hace un seguimiento de la potencia anual añadida para todo el período analizado y, posteriormente, se presenta un estimativo de las erogaciones necesarias para cubrir ese incremento.
La matriz primaria de energía muestra cómo participan los recursos naturales en la demanda total de energía de un país (por ejemplo, qué ponderación tienen en la demanda ciertos recursos como el petróleo, el gas, la leña, el carbón, los aceites y alcoholes; o fuentes de energía como la solar, la eólica, la nuclear o la hidráulica). El análisis de esta matriz permite orientar las políticas públicas en función de qué energético/s potenciar y cuál/es reducir.
La matriz energética primaria en la Argentina ha dependido históricamente de los hidrocarburos, tanto para la producción de combustibles y gases para el consumo como para la generación de energía eléctrica. En ese sentido, el Ministerio de Energía y Minería de la Nación (MINEM) estima que en los últimos diez años (2006-2016) los hidrocarburos han contribuido en un 86% promedio a la producción de recursos destinados a la generación de energía (cualquiera sea su forma, es decir electricidad, combustibles fósiles, gas natural, carbón residual, biocombustibles, etc.), aunque con una tendencia decreciente en los últimos años explicada por el sesgo que están tomando tanto las inversiones públicas como privadas hacia fuentes de generación más limpias (las renovables), fenómeno que se hace evidente en nuestro país gracias a programas como el GENREN o, más recientemente, el RenovAR (con el que durante 2016 se adjudicaron por medio de licitación más de 2400 megavatios –MW– de potencia, principalmente en fuentes de generación eólica y solar).