Con esta alza, los inversores están empezando a entusiasmarse. El Índice Philadelphia Oil Services ha registrado el lunes la mayor subida en siete años y los productores de energía del índice S&P 500 repuntaron al mayor nivel desde noviembre.
Helmerich & Payne, la mayor contratista de equipos de perforación de Estados Unidos, ha dicho que está empezando a recibir llamadas de clientes del sector de la perforación.
"Después de dos años feos en los mercados de petróleo, creo que la gente se siente bien porque lo peor ya ha pasado", ha señalado J. David Anderson, analista de Barclays en Nueva York. "Ahora la atención empieza a centrarse en el ritmo de la recuperación", ha añadido.
Lenta recuperación
Las compañías petroleras, sin embargo, están tardando más en sumarse. Hace un mes, Continental Resources, un referente en el sector del fracking, ya consideraba que US$50 era el precio a partir del cual podía intensificar su actividad.
A ese nivel, la empresa tendría suficiente capital para hacer algo más que pagar deudas y podría terminar la actividad que ya había comenzado en algunos pozos ya perforados; a US$60 el barril la empresa podría considerar la instalación de nuevas torres de perforación, ha dicho John Hart, el director financiero de la empresa.
No obstante, la recuperación será muy distinta de los días despreocupados del auge del shale, ya que hay menos empresas con efectivo disponible para abrir camino en las regiones que ofrecen los mejores prospectos a costes más bajos, según Rob Desai, analista de Edward Jones en San Luis.
La cuenca Pérmica, en el oeste de Texas, donde la producción apenas disminuyó durante la crisis, ya está registrando un regreso de las torres de perforación. Pero no sucede lo mismo en otros lugares como Eagle Ford al sur de Texas o la Cuenca de Bakken en Dakota del Norte.
Esperan reiniciar la perforación
La semana pasada las exploradoras aumentaron el número de torres perforadoras en las cuencas estadounidenses por segunda vez este año, según Baker Hughes.
La reducción de las cifras de perforación a un mínimo en el segundo trimestre confirma lo que muchos estaban esperando, según Anderson. Pero incluso si la actividad perforadora se recupera, esto no se traducirá en más petróleo de forma inmediata.
La Administración de Información sobre la Energía estima que la producción de crudo en Estados Unidos caerá a 8,1 millones de barriles diarios en el tercer trimestre de 2017 frente a los 9,2 millones de los tres primeros meses del año.
Los precios del petróleo tendrán que mantenerse en el rango actual de casi o algo más de US$50 dentre 60 y 90 días para infundir confianza a las compañías y que éstas reanuden sus actividades, ha asegurado James West, analista de Evercore ISI.
"Si esto sucede, claramente hay mucho capital que a los inversores les gustaría inyectar en los yacimientos petrolíferos", ha indicado.