Un oleoducto clave en el norte de Perú reanudaría su operación en cuatro o cinco meses tras sufrir desde febrero siete rupturas que paralizaron el transporte de miles de barriles de crudo diarios, dijo lunes el presidente de Petroperú, Augusto Baertl.
Los daños en varios tramos del viejo Oleoducto Nor Peruano de Petroperú provocaron derrames en enero, febrero y junio, de unos 3.600 barriles de crudo en la selva amazónica, que contaminaron al menos dos ríos y afectaron a varias comunidades.
En agosto y septiembre se registraron fugas provocadas por "acciones de terceros", afirmó Baertl a Reuters.
Y a la pregunta de cuándo se restablecería la operación del ducto dijo "en cuatro o cinco meses" luego de las reparaciones y mediciones del medioambiente en el oleoducto, construido hace 40 años para transportar petróleo desde la selva hasta la costa.
La paralización obligó a detener por "fuerza mayor" la operación del lote 192, el mayor del país, que produce 10.000 barriles diarios, la cuarta parte de la producción nacional.
Este lote es operado por la canadiense Pacific Exploration & Production, que tiene un contrato de explotación por dos años.
Asimismo se detuvo la actividad en el lote 67, administrado por Perenco, que produce unos 2.000 barriles diarios. Ambos están ubicados en la selva norte del país.
"Lo que sucede es que Petroperú es una empresa que no ha establecido una relación adecuada con su entorno social, no es vista como un aliado de la comunidad, y eso le está generando dificultades", explicó Baertl.
Petroperú planea mejorar la relación con las comunidades y crear los denominados "guardianes del oleoducto", conformados por pobladores que apoyarían en el monitoreo del medio ambiente.