El proyecto de ley, que podría ser enmendado en el futuro, busca impulsar la inversión privada en la industria petrolera de Brasil, aunque Petrobras conserva la primera opción de desarrollar campos promisorios.
La iniciativa, que ya fue aprobada por el Senado, recibió 292 votos a favor y 101 en contra en la Cámara baja.
Brasil espera que el cambio en las normas atraiga a compañías extranjeras con recursos que la petrolera controlada por el Estado no tiene.
El proyecto, que revoca partes de una ley del 2010 que buscaba aumentar el control del Gobierno sobre los nuevos recursos de hidrocarburos costa afuera, es parte de la estrategia del presidente Michel Temer para reactivar a la economía de Brasil, reduciendo la intervención estatal y alentando a los privados a que ejecuten emprendimientos.
Temer, quien reemplazó a la izquierdista Dilma Rousseff después de que fue destituida en un juicio político en agosto por violar las normas presupuestarias, ha prometido que adoptará políticas más amigables con las empresas para sacar a la economía de su peor recesión desde la década de 1930.
Su Gobierno reveló el mes pasado un nuevo programa de concesiones para aumentar la participación privada en aeropuerto, carreteras y puertos, así como en los sectores del crudo y el gas.
La ley de producción compartida fue criticada porque limitó la inversión extranjera en el llamado Polígono Subsal, una región de Brasil frente a la costa de Río de Janeiro, donde grandes depósitos yacen en el lecho marino bajo una capa de sal mineral.