BHP ganó el lunes la subasta para asociarse con Pemex y desarrollar el bloque Trión en aguas ultra profundas del Golfo de México, la primera vez que el gigante petrolero mexicano compartirá conjuntamente los riesgos y beneficios de un proyecto potencialmente lucrativo.
Pemex ya planea cuatro proyectos en aguas someras y en campos en tierra el próximo año, y el director general de empresa, José Antonio González Anaya, espera que al menos cinco proyectos adicionales se sumen para el 2018.
"Tenemos otros campos en aguas profundas y tal vez podamos hacerlo pronto", agregó, aunque se negó a especificar detalles de los campos.
González calificó el acuerdo de Trión como un gran hito para México y defendió la búsqueda de costosos y difíciles proyectos en aguas profundas, ya que le abre la posibilidad de hacerse de socios con mayor experiencia y más capacidad para invertir en nuevos desarrollos.
Antes de que la reforma energética de 2013 abriera el sector a la participación de productores privados, Pemex mantuvo durante décadas el monopolio para la explotación de gas y petróleo.
En una entrevista afuera de su despacho en el piso 43 de la Torre Pemex en la capital, González dijo que la petrolera necesitaba tener una mezcla de activos de producción.
"Uno debe mirar para diversificar la cartera de activos que tenemos, y no tener ningún activo en aguas profundas, obviamente, no está diversificado. Tenemos mucho que aprender, Pemex no tiene experiencia en la producción de campos de aguas profundas", dijo.
González, con estudios en la Universidad de Harvard, dijo que ha tenido "conversaciones informales" con productores de Estados Unidos que están a sólo unos kilómetros de la frontera marítima acerca del uso de la infraestructura de transporte y procesamiento existente.
"Hemos visto que algunos de esos campos (cercanos) están disminuyendo naturalmente, así que funcionaría para ellos también. Sería un ganar-ganar", dijo, sin revelar los nombres de ninguna compañía.
Además de obtener un socio para desarrollar Trión, Pemex también ganó los derechos, junto con la estadounidense Chevron Corp y la japonesa Inpex Corp, para explorar y extraer hidrocarburos en la tercera de las 10 áreas en aguas profundas del Golfo de México que puso a licitación.