La recuperación de la actividad se debe a la decisión gubernamental de reabrir dos de sus mayores campos petrolíferos (Sharara y El Feel) para aumentar al doble su producción y fletar cargamentos desde sus terminales portuarias. Sharara está operado por Repsol y El Feel, por ENI. Entre los dos tienen una capacidad conjunta de 450.000 barriles diarios. Además de Repsol, el campo de Sharara lo explotan, en consorcio, NOC y la francesa Total, que también controlan la refinería de Al Zawiya.
Presión a la OPEP
El regreso de Libia a la producción supondrá una presión mayor para la Organización de Países exportadores de Petróleo (OPEP), a la que pertenece el país norteafricano. Libia, que quedó eximido de la decisión del cartel de las reducciones planeadas debido a su lucha interna, produce actualmente 600.000 barriles diarios, es decir algo más d ela tercera parte de los 1,6 millones que producía cuando se produjo la revuelto que acabó con la vida de Muamar el Gadafi en octubre de 2011.
Las compañías internacionales se retiraron a raíz de la guerra entre el Gobierno y las milicias, que tuvieron su apogeo en 2014. Ello supuso que Sharara se cerrara en noviembre de 2014 y el cercano El Feel, desde abril de 2015, debido al cierre del tubo. Las operaciones se han reanudado gradualmente, precisamente, tras el levantamiento del bloqueo de los gasoductos por dos años que había decidido la petrolera estatal. Una vez decidido levntarlo, NOC comunicó a sus socios extranjeros la reanudación.
La terminal Es Sider, ubicada en la costa central, está lista para exportar hasta 1,5 millones de barriles y con una capacidad de almacenamiento de 2,5 millones. El puerto, operado por Waha Oil Co., está cerrado desde diciembre de 2014, cuando grupos armados atacaron la planta y dañaron sus depósitos y las infraestructuras.