Los ojos de los inversores están puestos en territorio neuquino por Vaca Muerta y su mega potencial gasífero no convencional, mientras en Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego salen equipos de actividad semana a semana.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la refinación del petróleo cayó un 4,4 por ciento en el acumulado de los últimos doce meses hasta marzo; en ese mes, la baja fue del 4,2% en comparación con igual período de 2016.
Esa caída por cuarto mes consecutivo (dado que en diciembre, enero y febrero también hubo retroceso) llevó la productividad hidrocarburífera argentina a los mismos niveles registrados en 1991.
Santa Cruz es una de las provincias más afectadas, con una parálisis casi total de la industria, y en Chubut las compañías bajan equipos todas las semanas, sin un horizonte alentador en materia de extracción de petróleo.
Guillermo Pereyra, jefe del sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, expuso la crítica situación: de 60 equipos de perforación que había en Comodoro Rivadavia, hay 12; y de 40 que había en Santa Cruz, hay 1.
Los petroleros de Santa Cruz denunciaron recientemente con un paro de 24 horas desinversión de YPF en la provincia, dado que mientras hace dos años había 14 equipos de la firma trabajando ahora sólo hay 1 en actividad.
Al menos unos 1.800 puestos de trabajo están en riesgo en Santa Cruz, según el sindicato que fue criticado por la huelga por parte de Pereyra, quien viajó a los Estados Unidos para acompañar al presidente Mauricio Macri con la idea de tentar inversiones.
La situación en Comodoro Rivadavia, en tanto, terminó de complicarse con el devastador temporal ocurrido a principios de abril, mientras las inversiones que llegan apuntan al Neuquén, por el potencial gasífero de Vaca Muerta.
La francesa Total aprobó la primera etapa de ampliación de su operación en el yacimiento de Vaca Muerta, en el área Aguada Pichana Este, de la que tendrá una participación en un rango del 27,3% al 41%, lo que significará una inversión inicial de 500 millones de dólares.
La angloholandesa Shell busca crecer también en Vaca Muerta - donde por ahora YPF lidera-, por lo que inauguró la semana pasada una planta de separación de gas y crudo (EPF, según la abreviación en inglés) de 10.000 barriles diarios.
Eso le permitirá a la firma procesar su incipiente producción petrolera en la zona, en el marco de un plan de inversiones de 300 millones de dólares en exploración y producción de hidrocarburos hasta 2019.
En tanto, la firma China Petroleum & Chemical Corporation (Sinopec) se retiró el fin de semana del yacimiento maduro Bella Vista Oeste que operaba con caída de la producción desde 2014, por lo que unos 45 trabajadores se ven afectados en forma directa o indirecta.
Tras el comunicado de la firma asiática, el secretario adjunto del Sindicato del Petroleo y Gas Privados, Carlos Gómez, dijo que los operarios aguardaban una decisión del Ministerio de Hidrocarburos chubutense.
El Gobierno de Chubut, la Casa Rosada, las empresas y el sindicato firmarán el martes un nuevo acuerdo de productividad para la actividad petrolera en la provincia, lo cual daría estabilidad a los puestos de empleos.
Pero en un mar de dudas e incertidumbre, en el sindicato que conduce Jorge "Loma" Ávila especulan con que el acuerdo podría ser respetado por las empresas sólo hasta fin de año si no mejora el precio del barril de crudo.
Las firmas que podrían rubricar ese entendimiento son Pan American Energy, YPF, Tecpetrol, Enap Sipetrol y Capsa.
En Neuquén, operarios petroleros despedidos hace ocho meses por la compañía OPS bloquearon 14 yacimientos en reclamo de una respuesta al pedido de reincorporación, por lo que este martes podrían reunirse con el gobernador Omar Gutiérrez y funcionarios del ministerio de Energía nacional.
YPF rechazó esos bloqueos en la cuenca neuquina -principalmente en el yacimiento de gas no convencional El Orejano- y precisó que la protesta afectó el abastecimiento de crudo a la refinería de Luján de Cuyo, en Mendoza, generando pérdidas millonarias.
Datos oficiales de CAMMESA analizados por el Centro de Estudios de Servicios Públicos y Privados (CESPUP) indican que la petrolera es la industria que más bajó su demanda de electricidad durante marzo: usó 130.558 megavatios hora, lo que significó un retroceso del 15% respecto del mismo mes de 2016 y un desplome del 20% en comparación con igual mes de 2015.