La industria petrolera atraviesa uno de sus peores momentos en casi tres décadas en la Patagonia, con la salida de empresas, suspensiones, despidos de trabajadores y caída de la producción a niveles de 1991.

El secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa destacó que en el sector del gas “este año ya hay anuncios que llegan a los 8.000 millones de dólares” y agregó que “unos 5.000 millones ya se están concretando”.

La provincia de Neuquén será este año la segunda, detrás de Buenos Aires, en recibir el mayor caudal de inversiones locales y externas -unos US$5.000 millones-, mientras impulsa un proceso de modernización de infraestructura, en gran parte para desarrollar las áreas petroleras y gasíferas no tradicionales.

Alejandro Bulgheroni demora el inicio de la entrevista casi hasta que llega el café. Sin impaciencia, lo reclama varias veces. Posiblemente es un gusto de su ascendencia italiana, aunque con los años dejó la versión tradicional por la descafeinada. Luego comienza con una serie de definiciones como nunca, sin la mordaza tácita que muchos empresarios se colocaron en el kirchnerismo. Al final de la charla exclusiva con LA NACION explica esa situación. Dice que, tras la salida del kirchnerismo, ya no es un hombre prohibido, porque el ex presidente le había cerrado la puerta por una charla tensa en 1998, cuando una de las crisis del petróleo derivó en una reducción de las inversiones en Santa Cruz, la provincia que gobernaba.

El 2017 se inicia caracterizado por un escenario distinto al observado en los últimos años. Desde 2014, los precios de las commodities energéticas sufren un importante retroceso en relación al ciclo de incrementos que tuvo lugar entre 2003 y 2014, cuando los precios del petróleo y el gas mostraron significativos incrementos en sus cotizaciones.

Dos barcos petroleros cargados con 3 millones de barriles de crudo de Angola y Nigeria zarparon este mes hacia Argentina para abastecer a la red de refinadoras domésticas, acercando al país al nivel de importaciones del 2015, de acuerdo con fuentes y datos de Thomson Reuters.

A pesar de estar en la era de las energías “alternativas” y los recursos renovables, las ingenierías en Petróleo gozan de buena salud. La Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires incorporó este año esa carrera a su oferta académica, la que se agrega a las ya ofrecidas por tres universidades nacionales (de Cuyo, de la Patagonia San Juan Bosco, del Comahue) y por el ITBA, única privada que la incluye. Además, la Universidad Nacional de Patagonia Austral tiene una Tecnicatura Universitaria en Petróleo.

El ministro de Energía de Neuquén, Alejandro Nicola, sostuvo que con esa inversión en tres años se podría dejar de importar gas en la Argentina. “En los últimos años se destinaron US$ 50 mil millones para importar gas que los quemamos en la hornalla",afirmó.

La empresas estadounidense GE anunció este lunes que seguirá invirtiendo en la Argentina junto con empresas locales y extranjeras hasta alcanzar una cifra de alrededor de 10.000 millones de dólares hasta el año 2026, en el marco del evento organizado en Nueva York por el diario Financial Times y del que participó el presidente Mauricio Macri.

Teófilo Lacroze es un joven ejecutivo que trabajaba en la filial brasileña de la petrolera Shell. El retiro de su antecesor le abrió las puertas para conducir el negocio argentino de la compañía. Claro que era una silla con una carga muy especial: el último que la había ocupado había sido Juan José Aranguren, hoy ministro de Energía y Minería, el empresario que más criticó en voz alta ciertas prácticas del kirchnerismo.