El año pasado, Argentina importó unos 6 millones de barriles de petróleo, en su mayoría crudo mediano y liviano de África comprado por refinadoras independientes en el mercado. Incluyendo las dos embarcaciones en camino, las importaciones en lo que va del 2016 alcanzan los 5,8 millones de barriles.

El ministro de Energía argentino, Juan José Aranguren, pidió en mayo a las refinadoras que reemplazaran las importaciones con crudo doméstico como parte del plan para acercarse a la autosuficiencia energética y evitar otro año de compras récord, particularmente de gas natural licuado (GNL) y gasoil.

Pero ese pedido hasta ahora ha resultado difícil de cumplir. Argentina produce principalmente crudo pesado que muchas de sus refinerías no pueden procesar y necesitan el crudo liviano para refinar en gasolina y diésel. La producción de petróleo el año pasado se mantuvo estancada en 530.000 barriles por día, de acuerdo con datos del Gobierno.

Se espera que el buque petrolero New Vanguard, cargado con 2 millones de barriles de crudo Nemba de Angola llegue a Argentina a fines de noviembre, de acuerdo con datos de seguimiento de embarcaciones de Thomson Reuters.

La filial argentina de Royal Dutch Shell, Axion Energy y Pampa Energia compartirán el crudo de Angola para refinarlo en sus instalaciones, de acuerdo con una fuente en una de las empresas que recibirán el cargamento.

Un envío más pequeño con 1 millón de barriles de petróleo nigeriano también se espera este mes, indicó una fuente del Gobierno argentino, sin agregar datos sobre los vendedores, compradores o grado específico.

Las empresas refinadoras que operan en el país sudamericano importaron crudo estadounidense a fines de septiembre, agregó la fuente gubernamental.

El buque Panamax Mare Atlantic entregó un total de 650.000 barriles de petróleo estadounidense en dos parcelas, incluyendo unos 300.000 barriles de crudo liviano dulce Louisiana, de acuerdo con datos de Reuters.

Argentina es el último país latinoamericano que se ha sumado a la lista de importadores de crudo de Estados Unidos, después de Colombia, Nicaragua, Panamá, Perú y República Dominicana, luego de que Washington levantó una prohibición a las exportaciones a fines del 2015.

La estatal venezolana PDVSA también se ha convertido en un fuerte importador de crudo estadounidense a través de una terminal en Curacao.

Argentina, que sufre un déficit energético desde el 2011, ha importado al menos 35 cargamentos de gasoil y un récord de 90 cargamentos de GNL para satisfacer su demanda doméstica este año.