Esos dos sucesos son el compromiso de establecer una fórmula para equilibrar la balanza comercial -hoy deficitaria para nuestro país en unos US$ 6000 millones- y el interés del gigante asiático por invertir en proyectos comerciales concretos en el mar profundo argentino.
Con el pragmatismo que caracteriza a la china comunista, Xi Jinping aceptó la idea de Macri de equilibrar la balanza comercial. Ambos gobiernos buscarán flexibilizar el mecanismo de visado para que lleguen al país un millón de turistas chinos y dejen sus yuanes en Buenos Aires, se dará valor agregado a los productos argentinos que se exportan a Pekín y China agilizará las trabas fitosanitarias para aumentar, así, la compra de alimentos de nuestro país.
"Somos socios estratégicos y sabemos lo de la balanza comercial. No buscamos superávit, es una situación momentánea que esperamos ir corrigiendo", le tranquilizó el presidente chino a Macri, revelaron a LA NACION tres funcionarios que estuvieron en el encuentro bilateral.
Además, China mostró un particular interés en avanzar en los proyectos de inversión en el país, con un agregado: Xi expuso su interés por desarrollar el área petrolera o la pesca en el mar profundo argentino. Con la resolución de la ONU que amplió este año la plataforma continental argentina, habrá mayores posibilidades de negocios en el mar argentino. No se dieron detalles de cómo se podría instrumentar este plan, aunque se sabe que la petrolera estatal china Sinopec estaría interesada.
También se tomó un proyecto del embajador de China en Buenos Aires, Yang Wanming, para que las provincias argentinas mantengan acuerdos comerciales con los Estados chinos.
Así, en la reunión entre Macri y Xi Jinping quedó en clara la visión estratégica a largo plazo que Pekín quiere fijar en su alianza con la Argentina.
Buenas perspectivas
"Con los recursos naturales que tienen van seguro a un futuro promisorio. Espero que su gobierno pueda ofrecer buenas perspectivas a las empresas chinas que inviertan en la Argentina", le dijo Xi a Macri.
Por otra parte, el plan para equilibrar la balanza comercial con China plantea una compensación, aumentando el ingreso de turistas chinos en el país. Hoy, ingresan casi 30.000 turistas y el Gobierno aspira a que en el futuro puedan llegar un millón de chinos.
No es una proyección descabellada, si se tiene en cuenta que hoy existen unos 300 millones de chinos millonarios o con nivel de vida muy elevado. Así, los chinos que tengan visa para ingresar en EE. UU. o en Europa podrán ingresar en el país sin visado.
En plan de equilibrar la balanza comercial, Macri acordó con su par chino la instalación en Buenos Aires de una agencia fitosanitaria para la región. El Presidente le ofreció a Xi las oficinas en el Ministerio de Agricultura y Ganadería. Sería, así, más ágiles los controles y las aprobaciones de nuestros productos para ingresarlos a China.
"Dar valor agregado y no vender solo soja a China es clave para dar empleo e ingreso a nuestros ciudadanos", dijo Macri, al finalizar la reunión. Para completar la fórmula de un intercambio comercial más equilibrado, la Argentina enviará a China productos con mayor valor agregado como por ejemplo los lácteos.
En una muestra de espontaneidad poco habitual en estas reuniones, Xi reveló que sueña con que en unos 20 años haya un Messi o un Maradona chino. Macri recogió el guante y le propuso potenciar un programa de capacitación para que entrenadores y jugadores de la selección de China se entrenen en River y Boca Juniors.
Participaron del encuentro la canciller Susana Malcorra, el vocero Iván Pavlovsky; el secretario de Asuntos Estrategicos Fulvio Pompeo; el vicecanciller Carlos Foradori; el viceministro de Hacienda Pedro Lacoste y el embajador Diego Guelar.
Allí se acordó también con el presidente de China que el mes próximo comenzará la construcción de dos represas de Santa Cruz, que levantará la empresa china Gezhoua. Además, en el primer trimestre del año próximo se iniciarán las obras de la primera central nuclear construida por China en el país.
Por otro lado, China aceptó las correcciones en el acuerdo por la estación espacial China en Neuquén para que sea sólo de uso civil y no militar. De esta manera, se deberá enviar al Congreso un anexo con este tema para su aprobación definitiva.
Como muestras de buena sintonía, Xi invitó formalmente a Macri a una visita oficial en Pekín que se realizará en el primer trimestre del año.